Radek Stepanek: "Me siento como el último mohicano"
El jugador de casi 34 años es uno de los puntales del equipo checo.
Desde este viernes disputará la ensaladera de plata ante España.
El jugador de casi 34 años es uno de los puntales del equipo checo.
Desde este viernes disputará la ensaladera de plata ante España.
El checo Radek Stepanek (37° dela ATP), a punto de cumplir 34 años (27 de noviembre), se siente como "el último mohicano" del tenis y será una de los puntales junto con Tomas Berdych (6°) en la final de la Copa Davis ante España que se disputa este fin de semana en Praga.
El ex novio de Martina Hingis, casado ahora con su compatriota Nicole Vaidisova, semifinalista en Roland Garros en 2006, recordó en una entrevista concedida a EFE que aprendió mucho de la derrota que sufrió ante David Ferrer en la final de 2009 en Barcelona y dijo que el duelo por la ensaladera de plata será uno de los momentos memorables de su trayectoria.
- ¿Cuál es la clave de que a su edad se siga manteniendo en forma y dilatando su carrera?
"La respuesta es muy simple, trabajo muy duro. Provengo de una familia con tradición deportiva que me apoyó mucho cuando era un crío. Mis padres me dieron la oportunidad de jugar al tenis, todo mi secreto reside en eso, en la familia y en los entrenamientos. Pero volviendo al trabajo, lo que intento es ser mejor cada día que pasa. Y me siento orgulloso de que todavía puedo competir con los mejores, luchando por los trofeos y poniéndoselo difícil a los más jóvenes".
"Ahora tengo la oportunidad de disputar otra final de Copa Davis y es en Praga, y se convertirá en uno de los momentos memorables de mi carrera".
- Usted es de los pocos jugadores que todavía utiliza la técnica frente a la dureza de los golpes. ¿No se siente un extraño en el circuito?
"Es cierto que pertenezco a la vieja escuela, a los que tienen un estilo diferente. Me encantaban las viejas generaciones y solía hablar con aquellos tenistas que jugaban de forma distinta, con aquellos que me podían enseñar cosas nuevas. Se que soy un jugador incómodo y que formo parte de un reducido grupo de tenistas que juega de una manera especial, es como si fuera el último de los mohicanos, y lo utilizo como ventaja y disfruto de ello cada minuto que paso sobre la pista".
"Ahora hay tanto poder en el tenis, tanta fuerza que mi concentración está puesta en cuánto tiempo más podré seguir jugando, y de momento me siento bien, y mi cuerpo responde. Y mi ilusión permanece, me lo paso bien y en ese aspecto me encuentro como hace cuatro o cinco años. Cuando no lo sienta así, cuando me falte motivación, será el momento de dejarlo".
- Usted perdió contra David Ferrer en cinco sets en la final de Barcelona en 2009 después de ir ganando los dos primeros. ¿Qué aprendió de aquel partido?
"He jugado con David en muchos torneos, en Grand Slams, en Copa Davis y el de Barcelona fue el más duro, debido a las circunstancias. Era una final de Copa Davis. Y lo que aprendí es que no se termina el partido hasta que acaba. Ganaba dos sets a cero y tenía enfrente a uno de los mejores luchadores del circuito. David es como un "pitbull", no te da ni un solo punto gratis, y a medida que el partido se hace más largo, él es capaz de encontrar su mejor resistencia física, y eso demuestra lo duro que trabaja en los entrenamientos todos los días".
"Todo el mundo le respeta mucho. Aquí será una historia completamente diferente. Jugaremos enfrente de nuestro público y hemos podido elegir la superficie. Será desde luego una ventaja".