Abel Braga, el entrenador del elenco gaúcho, se mostró aliviado por haber conseguido un título que ya le fue esquivo en 1989.
Abel Braga, entrenador de Internacional, flamante campeón de la Copa Libertadores, se emocionó hasta las lágrimas al afirmar que puso fin a una racha de decepciones en el fútbol.
Braga aludió a la eliminación que sufrió bajo su mando el mismo Internacional en las semifinales de la Libertadores de 1989 ante Olimpia paraguayo y a dos ediciones consecutivas de la Copa do
Brasil, que dejó escapar en forma inexplicable como entrenador de
Flamengo y Fluminense.
"Después de aquel año de 1989 me hice un hombre mejor, un padre mejor y quiso Dios que la justicia fuese hecha", manifestó en medio del llanto al final del partido disputado en el estadio
Beira-Río.
"El destino puso otra vez la posibilidad de ganar la Libertadores en mi frente y esta vez vencí. Llegó mi hora", dijo el técnico.
En tanto, el capitán del elenco gaúcho, Fernandao, expresó que se trata de un sueño cumplido.
"Siempre luché callado y aceptando las críticas, principalmente las constructivas. Nunca perdí la calma y mantuve el foco en aquello que siempre busqué, este increíble título", expresó. (EFE)
