El plantel dirigido por Guus Hiddink visitó al presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, a quien regaló un balón y una camiseta firmada por los jugadores.
La selección rusa, que compartió con Turquía el tercer lugar en la Eurocopa 2008, regaló este miércoles al presidente de su país, Dmitri Medvedev, un balón y una camiseta del equipo nacional con las firmas de todos los jugadores.
"Me la pondré esta noche cuando vaya a hacer deporte, para envidia de mi hijo", dijo Medvedev al recibir los obsequios durante su reunión con el combinado eslavo en una residencia oficial a las afueras de Moscú.
El presidente calificó de "hazaña deportiva" la actuación del equipo ruso en la Eurocopa, que "entusiasmó con su juego a todo el país", derrotó a Grecia, Suecia y Holanda y perdió solo ante España, la campeona del torneo continental.
"Echábamos de menos este juego y estas victorias (...). Todo el país disfrutó viendo su juego, que mejoraba de partido a partido", señaló Medvedev, convencido de que el equipo debe y puede "continuar esa serie victoriosa", según la agencia Interfax.
El capitán de la selección, Serguéi Semak, expresó la esperanza de que Rusia repita el éxito en el Mundial de 2010, mientras el técnico holandés Guus Hiddink confirmó que continuará al frente del equipo hasta el certamen Sudáfrica.
Hiddink atribuyó al "enorme trabajo de todos" las victorias de la selección de Rusia, que tras la Eurocopa subió 13 puestos en la clasificación mundial de la UEFA, encabezada ahora por España, situándose undécima. (EFE)
