Cerca de 200 personas detenidas, en su mayoría polacos, señala el balance final de los altercados tras el partido que ayer disputaron en Varsovia Polonia y Rusia, un encuentro considerado de alto riesgo por la rivalidad histórica de ambos países.
"Los arrestados no eran verdaderos hinchas sino ultras radicales que no habían venido a disfrutar de la fiesta del fútbol", explicó este miércoles en rueda de prensa la ministra de Deportes, Joanna Mucha.
Cerca de 160 de los detenidos son polacos, mientras que 24 son rusos, informó la policía local, que destacó que varias personas resultaron heridas de carácter leve en los enfrentamientos entre las aficiones, incluidos diez de sus agentes.