Ex técnico inglés fue condenado por 43 cargos de abusos a menores
Un tribunal de Liverpol dictó la sentencia contra Barry Bennell.
El ex entrenador tenía vínculos cercanos con Manchester City y Stoke City.
Un tribunal de Liverpol dictó la sentencia contra Barry Bennell.
El ex entrenador tenía vínculos cercanos con Manchester City y Stoke City.
Un tribunal de Liverpool presentó este jueves siete cargos más de abuso sexual contra el ex entrenador inglés Barry Bennell, quien el pasado martes ya fue declarado culpable de otros 36 cargos de abuso, violación y asalto a menores de edad entre 1979 y 1990.
Bennell, de 64 años, quien además se cambió el nombre a Richard Jones, trabajó en el Crewe Alexandra y tenía vínculos cercanos con Manchester City, Stoke City y con varios clubes del noroeste de Inglaterra.
El antiguo técnico fue condenado por el Tribunal de la Corona de Liverpool (Liverpool Crown Court) por 43 cargos en total: de abuso sexual, violación y asalto a 11 niños de edades comprendidas entre los ocho y los 15 años.
Durante la audiencia, el fiscal calificó a Bennell, quien no ha estado presente y ha prestado declaración por videoconferencia alegando enfermedad, de "depredador" y de "pederasta decidido" que abusaba sexualmente "a escala industrial" de niños pequeños que soñaban con una carrera en el fútbol.
"Aseguraba que sus acusadores se estaban inventando historias sobre él por sus condenas previas e historias publicadas en los medios. Sin embargo, gracias a las pruebas de las víctimas y a la policía hemos demostrar que todo lo que decía Bennell era mentira", añadió.
"Me gustaría rendir tributo a las víctimas que han dado un paso adelante y han declarado contra él, y espero que esta resolución les permita pensar que se ha hecho justicia después de tantos años", explicó.
Bennell ya había sido declarado culpable por abuso a menores de edad en tres ocasiones más en el Reino Unido y Estados Unidos. Cuando tenía 44 años, tras admitir 23 cargos de abusos a niños de entre 9 y 15 años, fue condenado a nueve años de prisión.
En 2015 fue sentenciado a dos años de cárcel por abusar de un niño de 12 años en un campamento de fútbol en la localidad de Macclesfield (noroeste de Inglaterra).