El jefe del Plan Estadio Seguro, Cristian Barra, reconoció que ha habido "errores" en el programa y que existe "un trabajo que está pendiente de inteligencia policial" para mejorarlo.
En conversación con el programa "La entrevista del Domingo" de TVN, comenzó hablando ssobre la muerte Francisco Figueroa, hincha de Colo Colo, que fue apuñalado durante el compromiso entre O'Higgins y el cuadro albo el domingo pasado.
"Da indignación que un joven de 27 años, independiente de su condición de barrista, pierda la vida por un partido de fútbol. Y lo que sostuve ese fin de semana fue que esta situación lo que hace es justificar plenamente la existencia del plan", precisó.
Barra prosiguió asegurando que están conscientes de "la pugna y los bandos que existen y que luchan por conseguir el poder de estas hinchadas".
"Estas personas vienen al estadio a conseguir el poder de un lugar que les genera recursos. Están disputando un verdadero botín que en el pasado era entregado por clubes y dirigentes, y tenía una expresión dentro del estadio; se les pagaba entradas y traslados. Hoy día esa expresión no ha desaparecido, sus fuentes de ingreso siguen existiendo, pero fuera del estadio", agregó.
Respecto a los incidentes fuera de los recintos, indicó que efectivamente "hay un trabajo que está pendiente de inteligencia policial", aunque argumentó que si bien se tiene información "de estos grupos y de sus líderes, lo que no puede hacer la policía es detener por presunción".
Nueva Ley
En el espacio televisivo, Barra se refirió a las modificaciones a la Ley de Violencia en los Estadios, precisando que permitirá tener "un nuevo cátalogo de faltas y delitos, con sanciones muy precisas".
"Cuando una persona comete una falta, por ejemplo de riña el día de hoy, nosotros simplemente lo tenemos que procesar y citar al juzgado de policía local, no recibe ninguna sanción; si hubiéramos contado con esa ley tendríamos 1.960 personas con prohibición de entrar a los estadios", explicó.
Finalmente, aseguró que la Ley de Violencia en los Estadios de 1994, "en su espíritu apuntaba a trabajar con estas barras, a los clubes se les obligaba a empadronar, existieron escuelas que nivelaban sus estudios, etc, por lo tanto no siento que haya un delito en la situación de los controlados, lo que pasa es que ese plan fracasó rotundamente y se formaron grupos mafiosos de poder que finalmente han generado toda esta violencia".