Cuatro personas no embarcaron a última hora y se salvaron de un fatídico destino.
El arquero Jackson Follmann sufrió la amputación de una de sus piernas.
Los servicios médicos colombianos ya trasladan los cuerpos de los fallecidos en el accidente del avión de Chapecoense.
Las autoridades colombianas redujeron este martes a 71 el número de fallecidos en el avión fletado por el club brasileño Chapecoense que se accidentó el lunes, cuando se aproximaba al aeropuerto de Medellín, ya que cuatro personas no embarcaron a última hora.
"Se da por terminada la operación de búsqueda y rescate de las personas que venían del vuelo (...) El balance es el siguiente: seis personas heridas y 71 personas fallecidas para un total de 77 personas", dijo el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez.
El avión que transportaba al plantel Chapecoense, club brasileño y que viajó a Colombia para disputar la final de ida de la Copa Sudamericana, capotó en el Cerro Gordo, en la localidad de Antioquía, causando el fallecimiento de gran parte de los jugadores y cuerpo técnico, además del presidente de la institución.
Dentro de los fallecidos destacan el entrenador Caio Junior, que dirigió a Jorge Valdivia en Palmeiras y a Gonzalo Fierro en Flamengo, y el capitán del equipo, Cléber Santana. También murieron los pilotos de la nave RJ85 de la aerolínea Lamia, Miguel Quiroga y Ovar Goytía.
Además, en el lugar murieron destacados periodistas deportivos brasileños, entre los que destacan el ex entrenador Mario Sergio y el relator Deva Pascovicci.
Respecto a los sobrevivientos, ellos son la auxiliar de vuelo Ximena Suárez, el técnico de la aeronave Erwin Tumiri, los jugadores Alan Ruschel, Jackson Follmann y Helio Neto, además del periodista Rafael Henzel.
El arquero Follmann, uno de los sobrevivientes al accidente, sufrió la amputación de una de sus piernas, según informó Dalla Costa, consejero del club. En tanto, Reuschel sufrió fracturas de tibia y de costillas, además de la décima vértebra de la espina dorsal, por lo que podría quedar parapléjico.
Por su parte, Neto fue el último rescatado y llegó con un traumatismo cerebral y fracturas abiertas al hospital, por lo que fue operado para salvarle la vida, aunque sigue en riesgo vital. El periodista Rafael Henzel, finalmente, llegó con problemas respiratorios graves, además de daños corporales y en un pie, pero fue estabilizado.
El accidente se produjo alrededor de las 22.00 hora local de este lunes (00.00 del martes en Chile) a unos 17 kilómetros del aeropuerto de Rionegro, de Medellín, cuando el avión en que viajaban los jugadores de Chapecoense, junto a un grupo de directivos y de periodistas, se estrelló por razones que todavía son objeto de investigación.
