La directiva de Spartak Moscú, emparejado en los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA con Celta de Vigo, equipo del zaguero chileno Pablo Contreras, estudia la posibilidad de jugar el partido de ida, el 15 de febrero, lejos de la capital rusa en caso de muy bajas temperaturas.
"En el caso de que en Moscú haga mucho frío, se podría disputar el partido en Krasnodar (Cáucaso Norte) o en Tiráspol" (capital de la región separatista moldava de Cisdniéster), dijo Serguéi Shavló, director general de Spartak, citado por la prensa deportiva local.
Explicó que "es muy probable" que el 14 de febrero Krasnodar albergue otro encuentro de este torneo, que disputarán CSKA Moscú y Maccabi Haifa de Israel, donde juega el defensa nacional Rafael Olarra, por lo que sería imposible organizar en el mismo escenario el partido entre Spartak y Celta.
"Primero, no podremos conceder a nuestro rival un campo de entrenamiento un día antes del partido. Segundo, la calidad del terreno 24 horas después del encuentro entre CSKA y Maccabi no será del todo óptimo", recalcó Shavló.
Sin embargo, "hasta que CSKA no haga un anuncio oficial sobre su intención de jugar en Krasnodar, seguiremos contando con la posibilidad" de contar con ese estadio como la sede alternativa del
encuentro de Spartak con Celta, apuntó.
Shavló señaló que las variantes de jugar en Vladivostok o Piatigorsk, ciudades rusas del Cáucaso Norte ubicadas cerca de la conflictiva república de Chechenia, fueron rechazadas "de entrada", ya que la UEFA prohibió disputar allí partidos de torneos europeos.
"Se podría recibir al Celta en Rostov del Don (capital de la región ubicada al norte de la de Krasnodar), pero no estoy seguro de que a mediados de febrero allí haya condiciones aceptables", indicó el directivo.
Por lo tanto, al examinar las posibilidades de organizar el partido en otro país, "hemos optado por Tiráspol, que ya ha organizado dignamente algunos partidos de primer nivel, señaló Shavló.
Además, "en Cisdniéster hay muchos rusos y por eso Spartak recibiría un respaldo fuerte", agregó.
Al mismo tiempo, el directivo expresó la esperanza de que "al fin de cuentas, el partido se juegue en Luzhnikí", Estadio Olímpico de Moscú con un campo de césped artificial y un aforo para 83.450 espectadores. (EFE)