En materia deportiva, Eduardo Bonvallet, fallecido este viernes, será recordado principalmente por haber integrado la selección chilena que disputó el Mundial de España 1982.
En el plano local, tuvo destacadas actuaciones en Universidad de Chile, Universidad Católica y O'Higgins, y en el fútbol internacional, dos pasos por Estados Unidos.
Bonvallet inició su carrera en el equipo amateur Club Deportivo Villa El Dorado, desde el cual pasó a las divisiones inferiores de la U en 1968, llevado por el técnico Luis Ibarra.
En 1972 debutó en el plantel azul, equipo en el que estuvo hasta 1974 para pasar a la UC. En el club cruzado logró el ascenso a Primera División ese año.
En 1978 continuó su carrera en O'Higgins de Rancagua, donde participó en la Copa Libertadores en la temporada siguiente. El cuadro celeste volvió a clasificar para la edición de 1980 del torneo, pero Bonvallet fue transferido a Fort Lauderdale Strikers de Estados Unidos.
En dicho elenco jugó junto al peruano Teófilo Cubillas, el brasileño Marinho Chagas y el alemán Gerd Müller, entre otras figuras.
En 1981 regresó a la UC, donde estuvo dos años, antes de volver al fútbol estadounidense para defender a Tampa Bay Rodwies.
Luego de un corto paso por ese equipo, terminó su carrera en 1983 en Unión San Felipe.
Su paso por la selección
Como seleccionado chileno, Bonvallet fue convocado por primera vez a los 18 años por Caupolicán Peña para un amistoso con Ecuador en 1979.
Integró el combinado nacional que fue finalista de la Copa América de 1979 como mediocampista defensivo y en la selección que clasificó al Mundial de España 1982.
Fue a la Copa del Mundo con compañeros como Elías Figueroa, Carlos Caszely, Patricio Yáñez, Mario Osbén, Mario Soto, Gustavo Moscoso, Miguel Angel Neira y Juan Carlos Letelier, entre otros, en un cuadro dirigido por Luis Santibáñez.
Participó en 24 partidos de la "Roja", 11 oficiales y 13 amistosos, siendo el último encuentro ante Argelia en España 82.
Su experiencia como técnico
Junto con su rol como comunicador, Bonvallet trabajó como entrenador en el equipo de la Universidad Gabriela Mistral, donde destacó con dos títulos, uno a nivel nacional y otro sudamericano, tras imponerse a un elenco brasileño.
En 2007 vivió su única experiencia como técnico de un equipo profesional, al asumir en la banca de Deportes Temuco al que recibió en la última posición del torneo de Primera B y aunque sumó varios puntos y acordó distancias, finalmente no pudo salvarlo del descenso.
Se despidió del club tras un amistoso contra Estudiantes de la Plata en el cierre del antiguo Estadio "Germán Becker".
En 2010 tuvo un breve paso por el club de Tercera B Sportverein Jugendland Fussball.