Joseph Blatter, presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), se mostró confiado de que las leyes y normas que rigen en Qatar no serán impedimento para celebrar el Mundial de 2022.
En el marco de la presentación del Fondo del Legado del pasado Mundial en Sudáfrica, el dirigente suizo respondió las críticas dirigidas a la FIFA por haber decidido llevar a la máxima competición futbolística al medio oriente.
"Estamos viviendo definitivamente en un mundo de libertad, y estoy seguro que cuando la Copa del Mundo se lleve a cabo en Qatar en 2002, no habrá problemas", mencionó Blatter.
Por primera vez en la historia, el Mundial de fútbol se celebrará en un país islámico, donde el consumo de bebidas alcohólicas en ámbito público está prohibida, lo que se refleja en la casi nula existencia de bares y clubes nocturnos.
A su vez, la legislación en Qatar prohíbe la homosexualidad, lo que podría ahuyentar a grupos gay que pretendan asistir a la justa mundialista.
Al respecto, Blatter rechazó que las diferencias ideológicas sean problema y apeló a la celebración del Mundial como factor de unidad entre culturas distintas.
"Podemos ver en el Medio Oriente una nueva apertura, es otra cultura por que es otra religión pero en el fútbol no tenemos límites", señaló.