El jugador habló sobre sus deseos tras culminar su carrera como futbolista.
Está recuperandose de una rotura de ligamentos en su rodilla.
Francisco Arrué, jugador que pertenece a los registros de Huachipato, sabe que su retiro está cerca, pero no quiere tirar la toalla mientras siga teniendo las fuerzas para jugar, a pesar de estar recuperándose de una rotura de ligamentos cruzados en una de sus rodillas. Es por eso que medita ser entrenador profesional.
En declaraciones al diario El Mercurio, Arrué aseguró que "me siento capacitado para entrenar un equipo profesional. Experiencia no tengo, pero se adquiere entrenando. Si tienes los temas, los conceptos, la filosofía de juego y la metodología clara, ¿por qué me tendría que ir mal?".
Respecto a su lesión dijo que "la recuperación va bien, aunque no me he sentido tan bien como en otras ocasiones cuando tuve la misma lesión. Mi futuro lo decidiré en el camino, viendo como me siento".
"La institución (Huachipato) me señaló del interés de extender mi contrato. Yo quiero seguir jugando. Se me ha pasado por la cabeza el tema del retiro, pero no por la lesión o estar cansado, sino porque me dan muchas ganas de dirigir", añadió.
También se refirió a un doloroso tema, que fue el asesinato de su hermana Natalia Macarena, en 1985.
"Tenía ocho años cuando pasó lo de mi hermana. Ella, de cuatro años y medio. La secuestraron, la violaron y la tiraron al río (fue encontrada en el Zanjón de la Aguada). No se le dio mucha atención en la prensa, éramos una familia humilde", contó.
"Es imposible olvidar. Fue doloroso. No pasa un día que nos acordemos de mi hermana, siempre está presente. Se perdió el 2 de octubre de 1985 y salí a buscarla con algunos amigos y tíos (...). La buscamos por todos lados".
"Nunca hablé del tema siendo un jugador que tiene más acceso a la prensa porque no soy de las personas que les gusta andar dando lástima. No me parece correcto hacerlo. Una vez hice un gol en la fecha que mi hermana murió y se lo dediqué, pero no di detalles", finalizó.
