Un tribunal penal egipcio condenó a cadena perpetua a cinco acusados por la masacre del Estadio de Port Said del año pasado y confirmó las penas de muerte emitidas en enero contra otros 21 inculpados.
La corte, presidida por el juez Sobhi Abdelmeguid, ordenó que los condenados sean ejecutados en la horca por los delitos de "asesinato e intento de asesinato" en el episodio de Port Said, donde murieron 72 personas en febrero del año pasado en enfrentamientos entre aficionados de dos clubes de fútbol.
Las penas de muerte fueron ya pronunciadas el pasado 26 de enero y enviadas al muftí (máxima autoridad religiosa de Egipto) para que emitiera su dictamen, aunque todavía tenían que ser confirmadas por el tribunal.
Además, la corte penal decretó hoy penas de prisión de entre uno y quince años para el resto de acusados, al tiempo que absolvió a otras 28 personas.
Entre los condenados a quince años figuran dos antiguos responsables de la policía en Port Said, mientras que otros siete miembros de la policía fueron absueltos.
Según constató EFE en Port Said, cientos de vecinos congregados en la llamada Plaza de los Mártires escucharon en transistores el veredicto, que recibieron con lágrimas y muestras de indignación al considerar la sentencia injusta.
Ataque a la Policía y la Federación
Aficionados violentos del equipo cairota Al Ahly incendiaron el Club de Oficiales de la Policía y la sede de la Federación Egipcia de Fútbol, en protesta contra la sentencia emitida.
Grandes columnas de humo se elevan sobre la isla de Zamalek tras este ataque, que llega después de conocerse el veredicto final.
Según la televisión estatal, miles de radicales del grupo, conocido como "Ultras Ahlawy", irrumpieron en el Club de la Policía para prender fuego en algunas dependencias.
Poco después, asaltaron también la vecina sede de la Federación Egipcia de Fútbol y, tras saquearla, también fue incendiada.