La escuadra carioca quiere disponer del peruano en sus próximos compromisos.
Por su parte, el organismo brasileño afirma que se debe respetar su castigo.
La incierta situación que vive por estos días el delantero peruano Paolo Guerrero tiene en pie de guerra a Flamengo con la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
El elenco carioca desea disponer del jugador, que fue sancionado con 14 meses de castigo por dopaje pero que fue autorizado para disputar el Mundial con su selección, en tiempo que le resta de contrato, que finaliza el 10 de agosto.
Sin embargo, la CBF emitió un comunicado en el que afirma que el permiso otorgado por el Tribunal Federal Suizo era solo por la cita planetaria, por lo que al menos a nivel local el ariete está imposibilitado de jugar.
Por su parte, los abogados del futbolista afirman que Guerrero sí está habilitado para volver a las canchas. Por ahora, el "incaico" entrena con normalidad con Flamengo a la espera de una decisión definitiva.
