El ex director general de Juventus, Luciano Moggi, reiteró su inocencia en el proceso por fraude deportivo por el que fue inhabilitado durante cinco años para ejercer cargos, y aseguró que con dicha sentencia el caso no ha terminado, sino que acaba de empezar.
En una entrevista publicada este jueves por el diario deportivo Corriere dello Sport", Moggi señaló que no se siente culpable, y aseguró que Juventus "no tiene nada de qué hacerse perdonar, ya que todos sus dirigentes se han comportado de modo correcto".
El ex directivo indicó que la sentencia en segundo grado de la justicia deportiva leída el pasado martes, que mantuvo la pena de descenso para el conjunto turinés, no es definitiva, y aseguró en un tono casi amenazante que las cosas cambiarán a favor del equipo.
"La historia no ha terminado. Por el contrario, apenas empezó, y yo espero un final muy diferente, verán que no me equivoco", enfatizó.
El ex director general de Juventus dijo sentirse "desilusionado" por el fallo contra el equipo, y expresó que continuará con su defensa personal y del club en "todas las instancias posibles".
La Corte Federativa deportiva italiana decidió, tras la apelación de los clubes, mantener el descenso de Juventus a la Serie B (segunda división), con una penalización de 17 puntos; además, le revocó el título de la liga italiana 2004-2005 y no le asignó el de 2005-2006.
También se castigó a AC Milan con ocho puntos menos para la próxima temporada, mientras que Lazio recibió una penalización de 11 puntos y Fiorentina de 19, aunque esos tres clubes permanecerán en la división de honor del calcio.
Sobre las acusaciones que lo señalan como máximo responsable de una red que organizaba la designación de árbitros, Luciano Moggi apuntó que son parte de una trama para "perjudicar" a Juventus.
En este sentido, aseguró que para demostrar que el club no recibió favores arbitrales basta comparar el número de penales a favor cobrados a Juventus con los señalados a los otros "grandes" equipos.
Moggi insistió en su inocencia, y sostuvo que para condenar a alguien "se necesitan todas las pruebas" posibles, pero en su caso la Corte Federativa "sólo tomaron en cuenta escuchas telefónicas y no pruebas objetivas". (EFE)