El club acusó "mala fe" en el paro de guardias que obligó la suspensión del fútbol en Playa Ancha.
Santiago Wanderers sacó la voz tras el papelón que vivió con la cancelación de sus partidos el pasado domingo por falta de efectivos de seguridad por problemas en los pagos del servicio y comenzará acciones judiciales por la paralización de los guardias.
"Como institución hemos determinado tomar acciones legales contra la empresa de seguridad, considerando tanto el daño a nuestros socios e hinchas, como el peligro al que estuvieron expuestos nuestros deportistas, además del perjuicio económico en lo institucional", indicaron en un comunicado.
"Más allá de no haber podido jugar el compromiso, la Delegación Presidencial presionó para cobrar el servicio, sin prestar colaboración alguna para mediar en la búsqueda de soluciones", agregó el club.
Desde la dirigencia reconocieron "que es efectiva la existencia de una deuda con la empresa de seguridad, como también la existencia de un compromiso de pago desde el miércoles de la semana recién pasada".
Reinaldo Sánchez, presidente de Wanderers, adelantó a un diario local que ya habían habían abonado $185 millones.
"Al llegar al estadio nos encontramos con que este compromiso no fue respetado, y el recinto había sido tomado por el personal de la empresa", cotinuó el escrito "caturro".
"Hicimos todas las gestiones que estaban a nuestro alcance, comprometiendo el pago de gran parte de lo adeudado para el primer día hábil bancario, sin embargo, la empresa liderada por el señor Juán Frez simplemente no accedió, y en un acto de mala fe llamó a sus guardias a realizar un paro", apuntaron.
Finalmente, junto con lamentar lo ocurrido, Wanderers señaló que "desde ya nos encontramos realizando todas las gestiones necesarias con la ANFP para reducir al máximo las consecuencias deportivas" por el partido masculino, además de buscar la reprogramación de la final de Ascenso femenino que se iba a disputar en la misma jornada.
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