La sombría estadística de la selección argentina cuando no cuenta con Lionel Messi en la cancha volvió a confirmarse y de la peor forma con un 6-1 ante España. Sin embargo, el dueño de la jineta de capitán, que se perdió la cita por molestias físicas, sí intervino frente a sus compañeros y fue en dos ocasiones, la segunda para dar una arenga a un equipo que quedó lastimado antes de su presentación en el Mundial: "Levanten la cabeza".
Según cuenta La Nación de Argentina, testigos relataron los momentos en que el astro de la albiceleste compartió con sus compañeros en uno de los camarines del Wanda Metropolitano.
"Durante el entretiemo su mensaje se centró en la parte positiva de lo que había observado: que siguieran jugando juntos, sin separar las líneas porque que lo estaban haciendo bien así. Que tocaran la pelota porque eso es lo que a los españoles más les molesta: que les paguen con su propia receta. Que no se pusieran nerviosos con el toqueteo, que no perdieran concentración", recogió la publicación.
"Sí que habla, eh. Aunque desde afuera parezca callado, tímido, nada que ver", amplió uno de los testigos al medio.
Hasta el descanso, Argentina se encontraba en una desventaja de 2-1, por lo que las palabras de Messi llegaban en buen momento para que sus compañeros lograran un repunte.
Irreconocibles y sin apoyarse en las palabras de su compañero ni en las de su entrenador, Argentina terminó recibiendo cuatro nuevos golpes que sentenciaron una de las peores derrotas de la selección.
A 12 minutos de finalizar el choque y con el 6-1 ya concretado, Messi abandonó el palco desde el que presenció el encuentro y tomó rumbo una vez más a los vestuarios.
Ahí, su último discurso fue una rápida arenga, según contó La Nación.
"Ante derrotas así, hay necesariamente un tiempo en el que lo mejor es hablar poco, interpretó: 'Levanten la cabeza. Esto lo vamos a sacar adelante juntos'", les dijo, antes de despedirse.
Messi, pese a estar en la nómina de Jorge Sampaoli, se perdió los dos partidos de Argentina por molestias en uno de sus aductores. El primero fue un triunfo por 2-0 ante Italia y la segunda la aplastante caída ante España.