El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió reestructurar el fútbol de su país y aseguró que su Gobierno está dispuesto a trabajar "de manera conjunta" con nuevos dirigentes para mejorar el nivel de ese deporte luego que los altiplánicos quedaran prácticamente fuera del Mundial 2014.
"Uno no quiere ser perjudicial cuando quiere intervención, pero hay que trabajar en una nueva estructura del fútbol boliviano para que el fútbol nos represente dignamente de acá a poco tiempo", sostuvo el mandatario en una rueda de prensa en La Paz.
Morales admitió que "pensar en estatizar el fútbol va a ser un escándalo nacional e internacional", pero reconoció que estaría "encantado" si se permitiera que el Estado pueda intervenir en el fútbol.
El gobernante apuntó todos sus dardos contra los dirigentes, quienes, según dijo, solamente se acercan a las autoridades nacionales "para no pagar impuestos, para que podamos facilitar algunos aviones, para premios".
"En algún momento después de que deje la dirección del Estado, pienso ser presidente o empezar a ser dirigente de alguna asociación de fútbol, de alguna liga para luego ser dirigente nacional", confesó Morales.