El capitán de la Roja habló sobre la polémica automarginación.
Remarcó que no ha dejado la selección chilena.
Claudio Bravo, portero de Manchester City y capitán de la selección chilena, se refirió a la polémica que se generó cuando se marginó de los amistosos que jugó Chile con Suecia y Dinamarca, asegurando que "entiende" el enojo de los hinchas por la forma en que comunicó su decisión.
"Si la forma de expresar mis ideas no cayó bien, entiendo la molestia de la gente. Sin embargo, lo que busco es plantear y aclarar ciertos temas. Creo que nos falta discutir y decir las cosas de una manera directa, con respeto y altura de miras", explicó a la revista Qué Pasa.
Del mismo modo, sostuvo que su insistencia por llevar al preparador de arqueros Julio Rodríguez al cuerpo técnico fue porque estaba pensando "en el futuro de la selección", aunque lamentó que "el tema tomara otro matiz", pues "jamás he querido pasar a llevar a otras personas".
Sobre su crítica a la plana mayor de la ANFP, subrayó que "nuestro contacto con cualquier presidente se reduce a nuestra estadía en Pinto Durán" y reveló que con Arturo Salah no ha hablado desde que la dura derrota con Brasil en la última fecha de las clasificatorias a Rusia.
Además, dijo no sentirse presionado por el nuevo técnico Reinaldo Rueda y que la conversación que tuvo con el colombiano en Manchester fue "tranquila, sincera y privada", sin dar más detalles sobre el tema.
Por último, cuestionó el trabajo de la ANFP de cara al futuro del fútbol nacional, asegurando que "los años de éxito de la selección chilena no se ven reflejados en un plan de crecimiento, en un plan con proyección a 10 o 20 años", remarcando, nuevamente, en las deficiencias del complejo "Juan Pinto Durán", y los malos resultados de las divisiones juveniles de la Roja.
