Así como a los jugadores de "la Roja" les llovieron las ofertas tras la obtención de la Copa América, es de toda lógica que clubes y federaciones se interesen por el entrenador que llevó a Chile a conseguir su primer título.
No es sólo por los resultados que Sampaoli ha logrado a lo largo de su carrera, sino también porque encarna una forma de jugar atractiva y desenfadada que hoy escasea. Creer que un técnico se va a quedar para siempre es absurdo. En el fútbol se cumplen ciclos y, aunque en lo personal creo que la selección todavía tiene cosas por lograr de la mano de su actual entrenador, sólo sus protagonistas saben cuándo es el momento adecuado para partir.
Si Sampaoli decide marcharse no estará traicionando a nadie. No está obligado a permanecer para siempre al mando del equipo nacional y es libre de escoger el lugar donde quiere desenvolverse. Sería hasta lógico si lo miramos desde el punto de vista de un profesional que quiere llegar aún más alto.
Partir en el éxito no sólo le permitiría aspirar a un lugar donde existan mejores condiciones de trabajo o conseguir un gran contrato. También le dejarían abiertas las puertas para un retorno a la selección nacional.
¿Quién podría sorprenderse con un eventual alejamiento de Sampaoli?
Ya después del Mundial de Brasil comenzaron sus coqueteos con el medio europeo. El técnico hablaba, preferentemente en medios extranjeros, de sus gustos y el desafío personal de dirigir en el Viejo Continente.
Tras la Copa América mencionó la necesidad de reflexionar sobre su continuidad usando frases como "debo replantear si esto se puede mejorar y si hay argumentos delante de los jugadores, si seguimos siendo útiles o no".
También expuso sus diferencias con los medios por la publicación de las formaciones que trabajó Chile durante la Copa, algo que estoy seguro encontrará en Europa, México, Brasil y en su natal Argentina. Luego se habló sobre las condiciones de trabajo en "Juan Pinto Durán" y la intención de la dirigencia de buscar un lugar que brinde más comodidades para el trabajo del estratega. Todos síntomas de agotamiento, desgaste o incomodidad.
Si Sampaoli se va, el fútbol chileno no terminará, como no terminó cuando se fue Bielsa. "La Roja" continuará adelante con sus desafíos.
El equipo seguirá contando con Bravo, Medel, Díaz, Vidal, Aránguiz y Alexis como puntales. No da lo mismo quien comande este grupo, pero si Sampaoli siente que llegó el momento de alejarse de la selección chilena no hay más vuelta que darle y la dirigencia tendrá que poner las energías en buscar a su sucesor.
Para mí, los jugadores que hoy tiene Chile pueden acomodarse a distintos sistemas tácticos. Lo más importante es que el conductor de este equipo sea un técnico que inspire respeto dentro del vestuario y, por supuesto, que sienta que es un privilegio dirigir a estos jugadores.