La selección chilena logró reponerse a un convulsionado inicio de año para conseguir en la Copa América Centenario de Estados Unidos el segundo título de su historia, un 2016 en el que la Roja pudo celebrar un Bicampeonato que quedará grabado para siempre en la historia dorada del balompié criollo.
La salida de Sergio Jadue de la presidencia de la ANFP por su participación en los casos de corrupción que sacudieron al fútbol mundial, algo por lo que aún no es juzgado por la justicia estadounidense pese a que lleva más de un año radicado en Miami, removieron el ambiente de una selección nacional que venía de un histórico 2015 por el título de la Copa América.
Con Arturo Salah a la cabeza, el 4 de enero comenzó a trabajar un nuevo directorio que tenía la difícil misión de retener a Jorge Sampaoli, el técnico que llevó a la Roja a su primer título. Pero la voluntad del casildense no era seguir y el 19 del primer mes del año se concretó su salida.
El escenario no podía ser peor para la nueva directiva y para el futuro inmediato de un equipo que soñaba con hacer en Estados Unidos un papel similar al que habían hecho algunos meses antes cuando ganaron la Copa América de Chile 2015.
La danza de nombres comenzó de inmediato con nombres como el de Marcelo Bielsa, Eduardo Berizzo y Manuel Pellegrini, pero el elegido vino desde el fútbol mexicano. El argentino Juan Antonio Pizzi, que por ese entonces dirigía a León, fue el encargado de tomar las riendas de la Roja.
El debut oficial del ex DT de Universidad Católica fue nada menos que contra Argentina en Santiago por Clasificatorias y la albiceleste se impuso por 1-2 en el Estadio Nacional. Los trasandinos vivieron el partido como una revancha por lo ocurrido en la final de la Copa América.
La primera victoria para Pizzi y para la selección chilena en 2016 llegó en Barinas el 29 de marzo ante Venezuela en el marco de la fecha 6 de la ruta a Rusia 2018, en un partido recordado por la actuación de Mauricio Pinilla y Arturo Vidal, pues anotaron dos goles cada uno.
Con estos dos duelos bajo la nueva mano técnica, el equipo comenzaba a prepararse para un nuevo desafío. Una derrota ante Jamaica en un amistoso y otra ante México hicieron caer duros cuestionamientos sobre el equipo y Pizzi. No se auguraban buenos resultados.
El debut, otra vez ante Argentina, no ayudó. Chile perdió otra vez por 2-1 en Santa Clara en un partido que no tuvo a la gran figura albiceleste, Lionel Messi. Todo hacía pensar que no sería un buen torneo para la Roja.
Luego vino una victoria polémica y agónica ante Bolivia, con un gol de Arturo Vidal vía lanzamiento penal sobre la hora, y un 4-2 sobre Panamá que no fue sencillo y en el que el elenco nacional debió dar vuelta un marcador que comenzó adverso.
El equipo de Pizzi logró avanzar en el segundo lugar de su zona y el rival no era fácil: México. Los pronósticos eran reservados, pero en la cancha hubo un solo equipo. La Roja dio una exhibición imponiéndose por 7-0 y disipando todas las dudas para meterse en semifinales.
Allí el rival fue Colombia, encuentro que estuvo interrumpido por un largo periodo por una tormenta, pero que Chile supo liquidar rápidamente gracias a Charles Aránguiz (6') y José Pedro Fuenzalida (11'), jugador que logró ganarse un lugar en el equipo titular este 2016.
La final fue ante Argentina, tal como un año antes. Otra vez en cancha no lograron sacarse diferencias y terminaron definiendo en los tiros penales. Arturo Vidal y Lionel Messi comenzaron fallando en una noche en la que Francisco Silva fue el encargado de ejecutar el último para que Chile se transformara en el Bicampeón de América.
Nicolás Castillo, Charles Aránguiz y Jean Beausejour fueron los otros que marcaron en una tanda que tuvo a un enorme Claudio Bravo que le tapó el tiro a Lucas Biglia, justo antes de que Silva desatara los festejos en todo un país tal como lo había hecho Alexis Sánchez 12 meses antes.
Fue un domingo 26 de junio que quedará marcado para siempre en la historia del fútbol chleno. Una noche en la que el propio Messi renunciaba publicamente a la selección argentina, aunque meses después dio pie atrás y una jornada en la que Pizzi hacía olvidar a Jorge Sampaoli.
Tras la Copa Centenario la selección nacional debía volver a la competencia por un cupo en Rusia 2018. La tabla indicaba que la Roja marchaba sexta, pero la primera fecha doble no se veía del todo complicada. Aún así, Chile cayó por 2-1 ante Paraguay en Asunción y empató sin goles con Bolivia como local.
Las críticas volvieron y la inquietud por la distancia que estaba tomando Chile de la zona de clasificación. Con ese escenario la Roja perdió 3-0 con Ecuador en un encuentro en el que se cuestionó la preparación, por el viaje directo de los jugadores a Guayaquil, donde la Roja esperó el choque jugado en Quito.
Pocos días después, el elenco nacional derrotó por 2-1 a Perú, lo que daba una cuota de alivio. Sin embargo, Pizzi anunció que ponía su cargo a disposición, visiblemente molesto por las críticas recibidas. Arturo Salah lo respaldó y el técnico siguió en su cargo.
A la victoria ante los incaícos se sumó la sanción de la FIFA a Bolivia por utilizar indebidamente al defensor Nelson Cabrera, por lo que Chile sumó dos puntos extras y volvió a meterse en la pelea de cara a la última fecha doble del año.
Un empate sin goles como visita ante Colombia y una sólida victoria por 3-1 sobre Uruguay cerraron el año de la Roja, cuatro puntos que dejaron al equipo de Pizzi en la cuarta ubicación de la tabla y mostrando un alza de nivel considerable, poniéndole el broche a un año movido, pero claramente positivo.
Además, fue un 2016 en el que Claudio Bravo y Alexis Sánchez superaron la barrera de los 100 partidos por la Roja. El tocopillano, además, llegó a 36 goles por Chile y quedó a sólo un tanto de Marcelo Salas, goleador histórico del combinado criollo.
Otro que destacó con la selección nacional fue Eduardo Vargas, pues fue el goleador de la Copa América Centenario con seis tantos, repitiendo su gesta en la Copa América de Chile 2015.
Con estos números e historias termina el año para una selección chilena que ya se prepara para disputar la China Cup y que este 2017 intentará sacar boletos a Rusia 2018, además de buscar conquistar la Copa Confederaciones, pero esa historia aún no se escribe, aunque el deseo de todos los chilenos es que tenga un final similar al de este 2016.