Inglaterra, con Fabio Capello al mando, hizo funcionar con éxito todas las piezas de su maquinaria ante Estados Unidos, abrumado ante la eficiencia desplegada por los discípulos del italiano y derrotado con los goles de un John Terry que volvió a sonreír en Wembley y del capitán de Liverpool, Steven Gerrard.
El ex técnico madridista cerró satisfecho su choque amistoso con la selección norteamericana, sus planes surtieron el efecto deseado y sus chicos superaron la "dura prueba" que Capello anticipaba la víspera.
Llamó por primera vez a Frank Lampard, quien se perdió los previos encuentros contra Suiza y Francia por lesión e incluyó en su once inicial a David Beckham, quien llegó a los 101 partidos con el combinado en su posición preferida, por la banda derecha.
La primera ocasión la propició Gerrard, quien probó fortuna desde media distancia y el portero Tim Howard respondió, pero el partido estaba casi dispuesto para el capitán de Chelsea y Terry no decepcionó.
Si un resbalón inoportuno en la tanda de los penales de la final de la Liga de Campeones la semana pasada en Moscú dejaba sumido en la más honda de las miserias al zaguero inglés, esta vez llegó la hora de la revancha y aprovechando un pase de David Beckham, remató de cabeza para marcar el 1-0 a los 38 minutos.
En el segundo tiempo, la inspiración de los dueños de casa no decayó y a los 59', Gerard colocó el 2-0 con una cómoda definición para sellar el marcador.
No hubo incidencias en los minutos restantes, pero las ganas de Inglaterra dieron pocas opciones a Estados Unidos, incapaz de buscar al menos el descuento. (EFE)