Albania apelará sanción de la UEFA ante Tribunal de Arbitraje Deportivo

Albania apelará al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) la sanción de la UEFA tras los incidentes del polémico partido que disputaron en octubre las selecciones albanesa y serbia, por considerar que se trata de un castigo "de carácter político".

La Federación Albanesa de Fútbol (FSHF) tomó esta decisión tras conocer la decisión del Comité de Apelación del organismo, hecha publica el martes, que reafirmó las sanciones dictadas por el Comité de Control, Etica y Disciplina de esta entidad.

Ambas secciones de la UEFA otorgaron la victoria del partido a Serbia y multaron a la FSHF con 100.000 euros.

Mediante un comunicado de prensa, la federación albanesa manifestó su descontento e indignación por la postura "política" del Comité de Apelaciones, que no tuvo en cuenta las fotos y los vídeos presentados por los abogados del equipo albanés.

"La UEFA no valoró los documentos que prueban las agresiones a los jugadores albaneses, la invasión del campo por seguidores del equipo contrario, los gritos racistas de 'Muerte para los albaneses' ni el lanzamiento de petardos y otros objetos", destacó el comunicado.

Descontentos con las sanciones, la Federación albanesa anunció que "continuará la batalla legal para buscar la justicia en el TAS, ya que está convencida de que al equipo albanés le pertenecen los tres puntos de la victoria de este partido".

"Es la única manera de que gane el fútbol, el juego limpio, sin violencia, ni racismo", afirmó la federación.

El partido entre Serbia y Albania se disputó el 14 de octubre en Belgrado y tuvo que ser suspendido en el minuto 41 debido a los enfrentamientos entre los jugadores y parte de los aficionados que invadieron el campo.

Estos incidentes violentos se registraron después de que un drone con un mapa de la "Gran Albania", un proyecto nacionalista que unifica los territorios poblados por la etnia albanesa en los Balcanes, sobrevolase el terreno de juego.

Las tensiones se trasladaron luego del estadio a la política, agravando las tensas relaciones entre ambos países, enemistados históricamente.

El primer ministro albanés, Edi Rama, postergó su viaje a Serbia previsto para fines de octubre hasta el 10 de noviembre y su visita a Belgrado fue la primera de un jefe del Gobierno albanés tras 68 años.