La estadounidense no competía desde su magnífica actuación en los JJ.OO.
La gimnasta estadounidense Simone Biles, ganadora de cinco medallas olímpicas en los Juegos de Río 2016 y retirada desde entonces, regresó este fin de semana a la competición en el Clásico de su país, que ganó con la mejor puntuación vista en cualquier torneo desde la que ella misma obtuvo en Río.
Pese a una caída en las barras asimétricas y a una salida del tapiz en el ejercicio de suelo, Biles sumó en el concurso completo 58,700 puntos, la nota más alta desde sus 62,198 en la final olímpica de hace dos años.
La competición, disputada en Ohio, situó en segundo lugar a Riley McCusker (57,700) y en tercero a la vigente campeona del mundo, Morgan Hurd, con 56,350 puntos, más que los 55,132 con los que ganó el Mundial de Montreal el año pasado.
Biles se tomó tras los Juegos de Río un año sabático y regresó a los entrenamientos en noviembre de 2017 con un nuevo preparador, el francés Laurent Landi. Antes había tenido la misma entrenadora, Aimee Boorman, desde los siete años hasta los 18, cuando ganó sus cinco medallas olímpicas, cuatro de ellas de oro.
Los campeonatos de Estados Unidos, en agosto, y los Mundiales de Doha, en octubre, serán los próximos compromisos de Biles.
La gimnasta regresó desde su retiro a la actualidad el pasado mes de enero cuando confesó que había sido víctima de abusos por parte de Larry Nassar, el médico del equipo estadounidense, actualmente en prisión
