Novak Djokovic (1°) abandonó entre lágrimas la pista central del recinto olímpico, con la mirada clavada al suelo y de vacío, resignado a asimilar "una de las derrotas más duras" de su carrera, sufrida ante el argentino Juan Martín del Potro (145°) en la primera ronda de los Juegos de Río 2016.
Solo el oro deja al margen al serbio del olimpo. Río fue su tercer intento. Una nueva frustración. Una ocasión que se escapa.
La imagen de Djokovic y Del Potro (145°) en la red, abrazados, será una de las sensaciones de los Juegos. El dominador del tenis mundial en busca de consuelo.
"Es una de las derrotas más duras de mi vida, de mi carrera", reconoció. "Del Potro fue mejor que yo. En los puntos importantes jugó de forma extraordinaria. Hay que felicitarlo", asumió el tenista balcánico, que encajó su quinta derrota en toda la temporada.
"Es una decepción para mí. Pero como amigo y por todo lo que ha pasado por las lesiones me alegro por él", expresó el tenista de Belgrado, flamante vencedor en el Masters 1.000 de Toronto y poseedor de 12 títulos del Grand Slam.
"Esta derrota es dura. No es fácil de asimilar. No es la primera vez que pierdo un partido pero este torneo es especial", reconoció Djokovic.
Novak Djokovic, al igual que Juan Martín del Potro, formó parte del gran espectáculo que contempló el recinto principal del Centro Olímpico de Tenis.
Las graderías, divididas, aclamaron al serbio y también al argentino. Ambos tenistas participaron del espectáculo.
"Pocas veces he vivido un ambiente como este. Me sentí como si fuera mi país. Me dieron fuerza. Se lo agradezco", lamentó el número uno del mundo.