El presidente del fútbol del país africano señaló que si no se soluciona la crisis político-militar que afecta a su territorio el equipo "no jugará la Copa del Mundo".
El presidente de la Federación de Fútbol de Costa de Marfil, Jacques Anouma, puso en duda la presencia de su selección en el Mundial de Alemania 2006 debido a los problemas político-militares que afectan a dicho país africano desde 2002.
Anouma amenazó con suspender la participación de su escuadra en la cita germana, donde será rival de Argentina, Holanda y Serbia y Montenegro en el Grupo C si su país no logra la paz antes de ese acontecimiento.
"Si la situación de crisis perdura de aquí a fines de mayo, 'Los Elefantes' no jugarán la Copa del Mundo. Deseábamos que cada éxito de nuestro equipo nos uniera más a los marfileños, hacia una reconciliación verdadera. Pero desafortunadamente, no atisbamos nada en el horizonte", indicó.
"Depongamos las armas y reconciliémonos. ¿De qué sirve ir al Mundial sin la paz en nuestro en país? Sin paz no hay gloria", concluyó Anouma.
Costa de Marfil vive una crisis político-militar que dividió en dos el país desde septiembre de 2002, con el sector norte controlado por rebeldes y el sur por las fuerzas del presidente Laurent Gbagbo.
Los rebeldes afirman luchar en contra de un gobierno que les niega derechos civiles y religiosos, además de no compartir la prosperidad del sur con las zonas pobres y desérticas del norte del país.
Por su parte, el gobierno de Gbagbo considera a los rebeldes como un grupo de desertores ávidos de poder y sostenidos por el gobierno de Burkina Faso, cuyo interés es el de desestabilizar la región. (Agencias)
