Gerard Farrés cree que era "un suicidio" correr la duodécima etapa del Dakar

El piloto español Gerard Farrés consideró que era "un suicidio" correr la duodécima etapa del Dakar, cancelada por la dirección de la carrera tras la negativa de todos los pilotos de motos y quads a disputarla.

"Queremos competir, pero no matarnos", dijo Farrés, piloto del equipo español Himoinsa, que marcha en la cuarta posición de la clasificación general de motos, a 49' del líder, el austríaco Matthias Walkner (KTM).

Los competidores de motos y quads se negaron a hacer la etapa porque la organización les había modificado el recorrido inicial y debían salir después de los coches y los camiones, lo que aumenta el peligro del pilotaje porque el terreno queda muy maltratado por las ruedas de los vehículos pesados.

"Es una animalada, porque la pista queda llena de piedras y agujeros", agregó Farrés, quien recordó que en la undécima etapa le tocó salir detrás de nueve coches y fue una mala experiencia.

El catalán comentó que otros pilotos como Joan Barreda (Honda) salieron más atrás y se encontraron la pista en peores condiciones, por lo que tuvieron varias caídas y, en el caso del castellonense, se vieron obligados a abandonar.

Farrés reiteró que la seguridad es lo primero, aunque reconoció que la cancelación de la etapa le perjudica porque era un día donde podía haber escalado posiciones en la clasificación general, pues el recorrido exigía navegación, su especialidad.

"Aún quedan dos días y voy a dar el máximo, pero el resto de pilotos de cabeza corren mucho y yo tengo el ritmo que tengo", agregó.

No obstante, Farrés no descarta cualquier posibilidad de alcanzar el podio del Dakar como ya hizo el año pasado, cuando terminó en la tercera posición.