El chileno perdió una hora en la octava etapa al intentar reparar su motocicleta.
Justo cuando el Dakar se despedía del áspero suelo boliviano, el chileno Pablo Quintanilla tuvo otro problema mecánico y la ilusión del podio se esfumó por completo.
La mala suerte que ha tenido en este Dakar volvió a pegarle este domingo y muy duro. En el kilómetro 220 del áspero y fangoso recorrido entre Uyuni y Tupiza, el representante nacional debió parar una hora para reparar la cadena y el soporte de la rueda trasera de la moto, despidiéndose en ese instante de la última ilusión que le quedaba: subirse al podio.
"La verdad es que me siento frustrado, muy desilusionado. Hay mucho trabajo, hay dedicación, pasión y cuando pasa este tipo de cosas se cae todo. En la primera semana un virus me debilitó cuando peleaba los primeros puestos, después un conector de gasolina me dejó 20 minutos atrás y ahora una tuerca borra mi opción de llegar al podio", lamentó.
Después de sortear la primera parte de la etapa maratón y justo cuando empujaba para recuperar tiempo en la clasificación, el piloto del equipo Rockstar Husvqarna sintió que la motocicleta se trababa en la mitad de la especial: faltaba la tuerca.
"La rueda estaba trabada, la cadena enroscada y la moto no se movía. Vi que faltaba la tuerca e hice todo lo posible para solucionarlo, pero no pude hasta que llegó Andy (Andrew Short) con el recambio. Ha sido uno de los peores días que he vivido en el Dakar, porque se rompió mi objetivo que era liderar la carrera y tratar de ganarla", remató.
