Como en Australia 2003, Jonny Wilkinson volvió a conducir a Inglaterra a la final de un Mundial, la tercera que disputará el "quince de la rosa" en su historia, tras eliminar al local Francia venciéndolo por 14-9 en el Estadio Saint Denis de París.
Tras un flojo inicio del torneo, las constantes críticas de la prensa y la presión de no responder a su condición de campeón vigente, el elenco británico demostró que puede retener el título, pese a la veteranía de su plantel.
Aunque Inglaterra se encontró con un try, el único del partido, a los dos minutos, sufrió durante la mayor parte del lance hasta que apareció la puntería de su principal figura en los últimos cinco minutos para revertir el encuentro.
Por otro lado, Francia, que una vez más lloró su eliminación en instancias finales, dominó, pero sólo pudo marcar a través de tres penales de Lionel Beauxis, pero su mayor presencia no se tradujo en puntos, pese al esfuerzo de Jean Baptiste Elissalde y el errático andar inglés.
Con ese panorama, los británicos, pese a sus yerros, ganaron confianza en el segundo tiempo y a medida que transcurrieron los minutos, fueron conquistando terreno, mientras que el cuadro galo se contuvo en su propio sector, apostando al contragolpe.
La fórmula gala estuvo a punto de funcionar en los 69', cuando una buena jugada de Julien Bonnaire, Vincent Clerc y Sebastien Chabal finalizó a pocos metros de la línea de ensayo.
A partir de ese momento el partido quedó en los pies de Wilkinson. El extraordinario jugador volvió a brillar con luz propia al conectar un penal en los 75' que adelantó a Inglaterra y silenció a las 75.000 personas presentes en Saint Denis.
Cuando los dueños de casa trataron de recuperar la ventaja, el propio Wilkinson se encargó de amargarles la tarde con una fantástica patada que dejó a Inglaterra con una definitiva ventaja de 14-9 sobre Francia.
De esta forma, el elenco inglés jugará su segunda final del Mundial en forma consecutiva buscando retener el título ante el ganador del duelo de este domingo que medirá a la potente Sudáfrica con la sorprendente Argentina. (EFE)