Tras coronarse como "maestro" en Shanghai con un increíble triunfo sobre el suizo Roger Federer, el argentino aseguró que el objetivo ahora es conquistar uno de los máximos torneos del circuito.
David Nalbandian (12 º de la ATP) entró a la historia del tenis al convertirse este domingo en el segundo argentino que gana una Copa Masters, y luego del brillante triunfo por 6-7 (4), 6-7 (11), 6-2, 6-1 y 7-6 (3) ante al aparentemente imbatible Roger Federer (1º), las ambiciones crecen de cara a la temporada 2006.
"Queda tiempo, quedan ganas, queda todo... Mi meta para 2006 es ganar un Grand Slam", señaló Nalbandian, que a sus 23 años sorprendió al mundo al superar el "gigante" suizo.
Para el argentino, ganar la Copa Masters "es increíble, son sensaciones únicas", pero su nueva meta es meterse entre los puestos de avanzada del ranking ATP, donde este lunes aparecerá en el quinto puesto.
"Es muy difícil comparar esto con ser uno de los tres mejores. La meta es estar ahí, pero para estar dentro de los mejores tres o cuatro del mundo tenés que ser consistente en los torneos grandes como estos. Y esto me da la pauta de que puedo, de que jugando bien lo puedo lograr", indicó.
Nalbandian reconoció que este es el mejor momento de su carrera, pero aseguró que aún vendrán muchas cosas más en el circuito, donde ahora espera "jugar bien los torneos importantes, los torneos grandes, que es donde uno suma los mayores puntos. Mi meta para 2006 es ganar un Grand Slam para estar dentro de los tres o cuatro mejores jugadores del mundo".
Federer: "Ganó el mejor"
Con la habitual humildad con que enfrenta cada uno de sus triunfos, el suizo Roger Federer se refirió a su derrota de este domingo, y reconoció que Nalbandian tuvo los méritos para obtener el título en Shanghai.
"Siento que hoy (domingo) ganó el mejor. El fue mejor, mucho mejor, en el tercer, cuarto y quinto sets. Siempre dije que el ganador se lo merece más que el perdedor, aunque no me siento en absoluto como un perdedor, porque la temporada fue grandiosa", indicó el helvético.
Pese a sus elogios hacia el argentino, Federer aclaró que "debí haber ganado tras estar dos sets a cero. No pasa todos los días que pierda partidos como éste".
El número uno del mundo admitió que no está acostumbrado a vivir este tipo de situaciones, pero prefirió centrarse en lo positivo y destacar el buen nivel que llegó a mostrar luego de tres semanas inactivo debido a un corte de ligamento en el tobillo derecho.
"La desilusión está ahí, porque no pierdo con mucha frecuencia. Estuve mucho más cerca de ganar este torneo de lo que jamás habría pensado, pero fui desafortunado en el final. No puedo creer que me recuperé en el quinto set, pero de alguna manera lo hice, y hay cierto orgullo por esto, porque hace tres semanas aún estaba en muletas", recordó.
"Casi lo doy vuelta, y eso hubiera sido una recuperación increíble", agregó sonriendo con su habitual diplomacia. (Agencias)
