El ruso, dotado de un talento impresionante, careció de regularidad para estar entre los mejores de la historia.
Se despidió con 15 títulos, sólo dos de Grand Slam, pero con el orgullo de haber batido a los más grandes.
El sólo hecho de que Marat Safin (65°) estuviera rodeado en la cancha central del Masters 1000 de París-Bercy por tenistas actuales y otros ya retirados en la hora de su adiós a la actividad, indica que el ruso no fue un jugador cualquiera.
Tanto así que, a los 29 años y en el último partido de su carrera, se dio el gusto de complicar al argentino Juan Martín del Potro, flamante campeón del US Open y perder luchando en tres sets. Como tenía que caer alguien de su categoría.
Safin fue un grande, pero es cierto, pudo serlo aún más. ¿Qué le faltó? Mayor regularidad.
Dotado de un enorme talento, el moscovita puso de rodillas en instancias importantes a los mejores de la historia que se cruzaron en su camino: Pete Sampras en la final del US Open 2000; Andre Agassi en semifinales del Abierto de Australia 2004; y Roger Federer en igual instancia del Grand Slam de Melbourne, un año más tarde, cuando a la postre el eslavo conquistó la corona.
Sin embargo, también hubo instancias en su trayectoria en que cayó en un pozo y por diversas circunstancias retrocedió en el ranking. Hubo momentos en que le ganaba a todos, pero después perdía en cuatro o cinco torneos consecutivos en primera ronda, para luego volver a arrasar.
Pero en lo que muchos especialistas coinciden es que cuando Safin lograba su mejor nivel era capaz de vencer a quien se le pusiera al frente, fuese Sampras o Federer.
Marat Safin empezó su carrera profesional en 1997 y de inmediato acaparó miradas por su estilo agresivo y una enorme potencia en el servicio como en las devoluciones.
A eso le sumó un temperamento que lo traicionó en muchas oportunidades, desconcentrándolo en muchos partidos que terminó por perder.
En su primer año (que en rigor sólo fueron seis meses) acabó como 204° del ranking, incluido el título del Challenger de Espinho (Portugal), y dos temporadas después, el 23 de agosto de 1999, consiguió inaugurar su palmarés ATP al ganar la final de Boston al británico Greg Rusedski.
Al año siguiente tuvo la mejor campaña de su vida, con siete coronas, entre ellas la del US Open, donde doblegó contundentemente en la definición a Pete Sampras, por 6-4, 6-3 y 6-3.
Ese extraordinario 2000 lo subió al Olimpo, como número uno del mundo el 20 de noviembre. Duró sólo 15 días antes que Gustavo Kuerten lo desbancara. Safin recuperó el sitial el 29 de enero de 2001, lo cedió de nuevo al brasileño el 26 de febrero, volvió a obtenerlo el 2 de abril, para perderlo definitivamente el 23 del mismo mes. En total: nueve semanas en la cima del mundo.
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| %b%Safin recibe la "llave de Bercy", mientras atrás aplaude Novak Djokovic.%b% (Foto: EFE) |
En 2001 y 2002 siguió metiéndose en instancias relevantes (como la final del Abierto de Australia), aunque lejos del brillo de aquella memorable temporada. Ya en 2003 comenzó a bajar, afectado también por lesiones.
Pero revivió en 2004, nuevamente llegó a la final del primer Grand Slam del año tras derrotar a Andre Agassi y perdió el título con Roger Federer. Eso sí, durante esos 365 días alcanzó tres coronas, dos de ellas de Masters Series.
Su revancha en Melbourne Park llegó en la campaña siguiente, cuando en semifinales se impuso en un inolvidable encuentro a Federer, en cinco sets, y luego batió en cuatro mangas al crédito local Lleyton Hewitt, para conquistar el segundo major de su carrera y el último trofeo de su vida.
A principios de 2009, Safin confirmó que ésta sería la temporada de su retiro y poco después fijó en París-Bercy su estación final.
Pero antes de eso regaló algunos triunfos importantes para recordarlo, como ante el chileno Fernando González en Beijing y su compatriota Nikolay Davydenko en Moscú, además de llegar a las semifinales en San Petersburgo, sólo a días de abandonar las pistas.
Se fue con esa locuacidad que lo caracterizó, que los chilenos vivimos en carne propia cuando la escuadra nacional visitó Moscú por Copa Davis en 2004.
"Tenemos la suerte de jugar en casa, entonces no tendrán mucha chance de ganar en nuestra casa. Jugaremos seguramente en pista muy rápida, indoor y haremos todo lo posible porque no tengan ninguna chance. Sabemos que tienen jugadores muy peligrosos, que juegan muy bien en pista rápida, por ejemplo Massú que ganó en Atenas, por eso debemos tener una pista incluso más rápida. Lo siento, así es la vida", señaló en ese entonces.
Y esta misma semana no tuvo problemas en "destruir" a Agassi por las confesiones que hizo el estadounidense en su autobiografía. "¿Que se siente culpable? Dejen que devuelva sus títulos, su dinero, sus Grand Slams. Si tiene tanto fair play, debería hacerlo. La ATP tiene una cuenta bancaria, puede reembolsar el dinero si quiere", indicó.
"Yo no escribiré mi biografía, no necesito dinero. La pregunta es por qué lo hizo Agassi. Lo hecho, hecho está. Espera vender más libros, pero él es completamente estúpido", añadió el ruso.
Así se fue Safin, con 15 títulos individuales ATP (dos Grand Slams y cinco Masters Series), dos coronas de Copa Davis (2002 y 2006), y rodeado por Novak Djokovic, Tommy Robredo, Ivo Karlovic y los retirados Cedric Pioline y Albert Costa, entre otros, con Federer enviándole un saludo por video.
Y si alguna vez dijo que esperaba que el tenis no le impidiera disfrutar la vida, ahora ya no tiene razones para contenerse. "Esta noche lo celebraremos como se merece, tengo algunas ideas", señaló al momento del adiós.
Su palmarés
1999
2000
2001
2002
2004
2005
