El español analizó su derrota en la final de Key Biscayne.
El número uno del mundo ya se proyecta para lo que viene en arcilla.
El manacorí hizo un buen balance del primer trimestre.
El español Rafael Nadal, actual número uno de la clasificación mundial de la ATP, explicó que en la final del Masters 1.000 de Miami "no tenía ese plus" para ganar a un rival como el serbio Novak Djokovic (2º), a pesar del "salto de nivel" experimentado después de su lesión de espalda.
"En la final de Miami no estuve al nivel de Djokovic", analizó Nadal durante el acto de presentación del acuerdo alcanzado con el Banco Sabadell en un hotel de Madrid. "Di un salto de nivel, pero no tenía ese plus para ganar a un rival como Novak en esa superficie", agregó.
La renuncia del checo Tomas Berdych (7º) a disputar el duelo de semifinales contra el español impidió al mallorquín llegar "mejor a la final". "Djokovic viene rodado" en pista dura, explicó Nadal, quien recordó que sí fue capaz de derrotar al serbio en esta superficie "cuando estaba al ciento por ciento".
Pese a esta última derrota, por un doble 6-3, los títulos cosechados en Doha y Río de Janeiro y las finales alcanzadas en el Abierto de Australia y Miami invitan a Nadal a hacer un balance "bueno" del primer trimestre de competición.
La lesión sufrida en la final del primer Grand Slam del año, sin embargo, "distorsiona lo que podría haber sido un inicio de año fantástico", lamentó el tenista de Manacor.
Lo que viene en arcilla
Las molestias en la espalda aparecidas en el duelo ante el suizo Stanislas Wawrinka en Melbourne mermaron el rendimiento del español en Río de Janeiro, donde consiguió "ganar jugando con dolor", y lo limitaron en Indian Wells. "Tuve que estar 12 días sin sacar antes de jugar en Indian Wells", explicó.
Superado este hándicap y tras alcanzar la final en Miami, el español hizo una valoración "positiva". "Terminar el torneo jugando una final y ganando una buena cantidad de puntos y partidos, me permite tomar confianza para la temporada de arcilla", apuntó.
Sobre tierra batida, una superficie que históricamente le ha sido favorable, Nadal dibuja ya sus nuevos horizontes. "Tengo cuatro eventos (Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma) que para mí son muy importantes", afirmó.
El dominador del torneo de Roland Garros en la última década espera recuperar en el polvo de ladrillo la "sensación de esfuerzo y seguridad" y obtener buenos resultados, sin renunciar a un nuevo duelo con Djokovic. "Cada vez que me enfrento con él significa que estoy en una final", añadió.
