El español se refirió a las acusaciones que surgieron en Francia.
"Mucha gente no sabe que los controles antidopajes se realizan casi todos los días", dijo.
El tenista español Rafael Nadal (2°) aseguró en entrevista con el diario francés L'Equipe que no acepta que lo etiqueten como un deportista "dopado" y que en Francia, desde donde se han lanzado esas acusaciones, "están obesionados" con ese tema.
"No acepto que me etiqueten como dopado cuando desde hace siete años trabajo miles de horas cada puto día. Al final, cansa", agregó el tenista de 25 años.
"Yo nunca acusaría a nadie sin pruebas. El problema que tienen en Francia, y no sé por qué, es que dudan de todo el mundo. No se me puede acusar de tener la "poción mágica" porque la poción mágica es el trabajo y el esfuerzo", aseguró el número dos del mundo.
En los últimos meses, artículos y parodias de "los guiñoles" de Canal Plus bromeaban sobre Nadal, en particular, y sobre los deportistas españoles, en general, elevaron la tensión entre España y Francia en relación con el dopaje.
"No me hizo reír, pero cada uno tiene su humor. Cada país tiene un humor diferente. El humor francés y el español no es el mismo", comentó el español.
"Una parte de la población no sabe cómo es el deporte profesional, no sabe cómo funcionan los controles antidopaje: hay casi todos los días, que debemos estar localizables 365 días al año", destacó.
"Quizá soy ingenuo, pero es mejor que lo sea. Estoy tan alejado del mundo del dopaje que mi desconocimiento es total. No lo conozco en absoluto, cero", aseguró el número dos del mundo, quien defendió que "el tenis es un deporte limpio" en el que ha habido "muy pocos casos de dopaje".
