Andrea Koch estuvo detenida por daños a casa de sicólogo Enrique Aguayo
La tenista fue formalizada, pero alega inocencia.
La jugadora y el profesional protagonizaron un desencuentro en el CAR hace unos meses.
La tenista fue formalizada, pero alega inocencia.
La jugadora y el profesional protagonizaron un desencuentro en el CAR hace unos meses.
La tenista número uno de Chile, Andrea Koch, pasó la madrugada del martes detenida luego de haber concurrido a la casa del sicólogo deportivo Enrique Aguayo y, según el parte policial, ocasionar daños en la propiedad del profesional.
Koch y Aguayo ya habían protagonizado un altercado en el Centro de Alto Rendimiento en noviembre de 2012, hecho que fue sumariado y que terminó con la jugadora suspendida de sus entrenamientos en el CAR, y con el sicólogo sumariado por las acusaciones de la tenista.
Según detalla Tercera, Koch llegó la noche del lunes al domicilio de Aguayo e irrumpió en el edificio, tal como cuenta el conserje, Jorge Julca.
"Llamé a don Enrique y me dijo que no la dejara subir. Ella estaba muy desafiante, hasta me pegó una cachetada. De repente, subió por la escalera de emergencia hasta el piso 11. Yo llamé de inmediato a Carabineros", contó.
De acuerdo a vecinos, Koch golpeó violentamente la puerta hasta romperla e intentar entrar, siendo detenida al interior del recinto por Carabineros. La jugadora pasó la noche detenida y fue formalizada.
La misma Andrea Koch aseguró a El Mercurio que ella estaba en el departamento cuando llegaron funcionarios policiales.
"Cuando llegué, Enrique me dice pasa, y cuando veo que la puerta estaba como con un agujero de un metro por un metro, un agujero gigante. Yo digo qué onda esto, y Enrique me dijo es un problema que tuve (...) Esto fue como a las 9:00 o 9:30 de la noche, aproximadamente. Me dice, pasa, entra. Yo me siento en el living y empezamos a conversar, a aclarar ciertos temas, y como a los 15 o 20 minutos, entran los carabineros", detalló.
"Yo estaba en shock, no entendía. Enrique les dice: ella entró abajo, pasando a llevar al conserje, luego viene acá, me rompió la puerta, y yo (...) Me salían lágrimas por los ojos, no atinaba a decir nada", recordó.