El economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, renunció este miércoles a su cargo, según confirmó el presidente del organismo, Jim Yong Kim.
Romer causó una gigantesca polémica al asegurar, en una entrevista con el Wall Street Journal, que el organismo había alterado los números de Chile en el ranking de competitividad "Doing Business" por "aparentes motivaciones políticas" durante el Gobierno de Michelle Bachelet.
Posteriormente reculó y señaló que "no fue lo que quise decir o pensé que dije", aunque en su blog personal publicó las cifras que daban cuenta, eventualmente, de ello.
La dimisión fue dada a conocer de manera interna por Yong Kim a los trabajadores del Banco Mundial por medio de un memorándum, según reporta este miércoles el mismo Wall Street Journal.
"Tuvimos muchas buenas discusiones sobre temas geopolíticos, de urbanización, y el futuro del trabajo. Aprecio la franqueza de Paul y su honestidad, y sé que lamenta las circunstancias de su partida", señaló el jefe del Banco Mundial en el documento.
Eyzaguirre: "Jamás imputamos intencionalidad"
Con cautela reaccionó el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, a la dimisión de Romer, señalando que es "un asunto enteramente del Banco Mundial" en el que no tuvo injerencia el Ejecutivo.
"Paul Romer se apoyó en sus juicios en función de la volatilidad que mostraba estos sube y baja de Chile, pero después fue más allá e imputó intencionalidad", destacó.
El titular de Hacienda insistió en que "jamás como Gobierno imputamos intencionalidad", pero reconoció que expresaron molestia por estar en palestra mundial a raíz de esta situación.
"Nos parecía que el fondo del asunto, que es que un país no se torna más competitivo de un año para otro y viceversa, era un punto. Lo hicimos presente y, en lo que fue un triunfo diplomático sin precedentes, el Banco Mundial aceptó nuestras sugerencias de cambio metodológico", remato Eyzaguirre.
