El ministro de Hacienda afirmó que para lograrlo hay ser un polo financiero y emular el éxito de otros países.
Aseguró que el desafío del país es convertirse en un exportador de servicios "de clase mundial".
Felipe Larraín intervino en un encuentro organizado por Icare.
El Gobierno afirmó que aspira a que Chile se convierta en el principal centro financiero de la región, y convertirlo en un exportador de servicios "de clase mundial", afirmó este miércoles el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
"Hay un desafío mayor que tiene Chile en el mercado financiero, y es que el país pase a transformarse en el principal centro financiero regional, de excelencia y clase mundial", precisó Larraín, al intervenir en el encuentro de Finanzas y Negocios organizado por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare).
El jefe de las finanzas públicas indicó que para alcanzar ese objetivo hay que superar dos etapas: primero, ser un polo financiero en América Latina, y, segundo, emular el éxito que han tenido otros países para que sus sectores financieros sean de clase mundial.
"Queremos que las empresas vengan a hacer sus emisiones, a captar fondos en Chile y que podamos administrar fondos desde Chile para terceros", enunció y aseguró que "en todas esas áreas" el país tiene "ventajas".
"No en vano, la tasa de interés a 10 años de los papeles del Banco Central está estable desde comienzos de año, mientras que el bono del Tesoro de Estados Unidos ha aumentado 80 puntos base. Esto ocurre porque tenemos un mercado financiero profundo, con muchos actores que le dan liquidez", proclamó.
Larraín citó el caso de Singapur, país que, según precisó, en 15 años aumentó en más de 6 veces sus exportaciones financieras y la participación de este sector en el PIB (producto interior bruto) aumentó en 3 puntos.
"En Chile, las exportaciones de servicios financieros ascienden a 456 millones de dólares (anuales), lo que representa un 4,52 por ciento de las exportaciones de servicios, aún muy por debajo de importantes centros regionales del mundo", advirtió.
"Si en los próximos 15 años la participación del sector financiero como porcentaje del PIB aumentara la mitad de lo que creció en Singapur, el empleo en el sector se triplicaría", añadió.
Aseguró que, para el Gobierno, convertir a Chile en un centro financiero regional "es un tema prioritario, en el que se está avanzando en distintos frentes".
Puso como ejemplo la modernización de la legislación bancaria, recientemente aprobada en el Legislativo, un proyecto de datos personales, que se encuentra en discusión en el Senado, y un proyecto sobre ciberseguridad anunciado recientemente.
A lo anterior se suman medidas que no necesitan de una ley, dijo Felipe Larraín, que citó entre otras el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), que a su juicio no ha tenido el desarrollo esperado, "por razones que muchas veces son administrativas" y que por lo tanto, corregirlas no requiere de ajustes legales.
"No le hemos sacado provecho. En las reuniones de los países de la Alianza del Pacifico (Colombia, México, Perú y Chile) hemos conversado por qué el MILA (Mercado Integrado Latinoamericano) no ha tenido el despegue que debía haber tenido", indicó, e insistió en que entre las causas hay algunas de tipo administrativo.
"Hay regulaciones que inhiben el potencial que tiene el sector financiero", aseveró.
También se refirió al escenario externo, destacando "la resiliencia" de la economía chilena: "A pesar de las turbulencias externas, Chile registró una de las mayores revisiones al alza en el crecimiento del PIB 2018 en Latinoamérica", dijo el ministro Larraín.
