El organismo recortó en tres décimas la estimación de expansión del PIB nacional para 2022 hasta situarla en el 2,9 por ciento.
Se trata de una de las proyecciones más bajas de la región.
La guerra de Ucrania, la elevada inflación y la incertidumbre que todavía rodea a la pandemia han llevado al Banco Mundial (BM) a rebajar la proyección de crecimiento de este año para Latinoamérica y el Caribe en tres décimas hasta situarla en el 2,3 por ciento.
El porcentaje está por debajo del 2,6 por ciento que el banco había previsto en enero y es muy inferior al crecimiento del 6,9 por ciento que la región experimentó en 2021 por el efecto rebote que tuvo la reapertura de la economía tras el cierre de 2020 debido al Covid-19.
En la última edición de su informe semianual para la región, publicada este jueves, la institución con sede en Washington también rebajó la perspectiva de crecimiento para 2023, que pasó del 2,7 por ciento al 2,2 por ciento, y situó la de 2024 en el 2,4 por ciento.
Según el BM, estas subidas del Producto Interior Bruto (PIB) permitirán a la mayoría de los países de la zona revertir las pérdidas que sufrieron en los dos últimos años por la crisis económica derivada de la pandemia.
En el caso de Chile, la entidad prevé que la economía se expanda 1,9 por ciento en 2022, tres décimas por debajo de la proyectada en enero pasado de 2,2 por ciento, y 1,5 por ciento en 2023 (frente al 1,8 por ciento del anterior pronóstico).
De confirmarse las proyecciones, la economía chilena registrará una de las expansiones más bajas de la región este año.
Por países, el BM prevé que en 2022 Brasil crezca el 0,7 por ciento; Argentina, el 3,6 por ciento; Colombia, el 4,4 por ciento; Perú, el 3,4 por ciento; Ecuador, el 4,3 por ciento; Bolivia, el 3,9 por ciento; Uruguay, el 3,3 por ciento; y Paraguay, el 1,5 por ciento.
En Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, la proyección es que México crezca el 2,1 por ciento; Costa Rica, el 3,4 por ciento; República Dominicana, el 5 por ciento; El Salvador, el 2,9 por ciento; Guatemala, el 3,4 por ciento; Honduras, el 3,1 por ciento; Nicaragua, el 2,9 por ciento; y Panamá, el 6,5 por ciento.
De confirmarse estos datos, el crecimiento de Latinoamérica y el Caribe se situará entre los más bajos del mundo, a un nivel similar al de Oriente Medio y el Norte de África y por debajo del África subsahariana, Europa y Asia.
