La agencia clasificadora de riesgo Fitch Ratings mantuvo en "A-" la calificación para Chile, decisión que fue interpretada en el Gobierno como una nueva "señal de confianza" hacia la economía del país.
"Las calificaciones de Chile están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, una deuda pública/PIB muy por debajo de sus pares, sólidos indicadores de gobernanza y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible", expuso la firma estadounidense en un comunicado.
En cuanto a las reformas impulsadas por el Ejecutivo, destacó el royalty minero, aprobado por el Congreso Nacional en mayo, y las conversaciones que lleva adelante el Ministerio de Hacienda para avanzar en el pacto fiscal, que la agencia estima podría centrarse en medidas administrativas e incentivos a la inversión privada.
La nota de riesgo determinada, que por segunda vez fue sometida a revisión durante este Gobierno, "se fundamenta en el hecho de que Chile mantiene una situación fiscal sana y controlada, especialmente después de los ajustes que hicimos el año pasado, que el nivel de endeudamiento está por debajo de los países pares y que la economía ha ido haciendo el ajuste que necesitaba para mantener controlada la inflación", valoró el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
"Esto es una señal adicional de confianza en nuestra economía", subrayó, detallando que "va a permitir que los costos de financiamiento para Chile se mantengan más bajos que los de otros países de desarrollo similar".
"Y nos alienta a seguir adelante con este esfuerzo por conducir la economía por un camino de sostenibilidad y de responsabilidad, como lo hemos hecho hasta ahora", afirmó también.
Fitch Ratings planteó que, a futuro, hay acciones que podrían mejorar la calificación, como mantener una trayectoria decreciente de la deuda pública en relación con el PIB o una reconstrucción de las reservas fiscales.
La agencia, además, asignó a Chile un puntaje ESG de 5 (en la escala de 1 a 5 como máximo) para "Estabilidad y Derechos Políticos" y de 5+ para "Estado de Derecho, Calidad Institucional y Regulatoria y Control de la Corrupción".
Aquellas evaluaciones están asociadas "a los altos niveles en los indicadores de Gobernanza del Banco Mundial, cuya calificación refleja la larga trayectoria de transiciones políticas estables y pacíficas, derechos bien establecidos para participar en el proceso político, fuerte capacidad institucional, estado de derecho efectivo y un bajo nivel de corrupción", explicó.