El plan de ayuda financiera asciende a 66.000 millones de dólares.
Incluye reducción de impuestos, mejoras en educación y fondos para empresas.
El gobierno de Alemania aprobó este martes un segundo paquete de estímulo económico por la suma de 66.000 millones de dólares, el que contempla fuertes inversiones estatales, pagos asistenciales, una reducción de la carga impositiva, rebajas de costos laborales y el pago de subsidios para la compra de automóviles, entre otras medidas.
Este plan estatal, el mayor en la historia de ese país, busca reforzar a la mayor economía de Europa, que el trimestre pasado entró en recesión y según las predicciones de los especialistas, continuará con crecimiento negativo.
El gobierno de Angela Merkel resolvió destinar la mayor parte de los fondos a mejoras la infraestructura y la educación, pero además dispuso un fondo de 133.000 millones de dólares para que las compañías alemanas que sufran falta de liquidez puedan recurrir a créditos y avales estatales para su financiamiento.
Por otra parte, para estimular el consumo interno la iniciativa incluye medidas destinadas a aliviar las cargas fiscales y reducir las cotizaciones obligatorias. Además, el nuevo plan incluye un bono único de 133 dólares por cada hijo, así como un aumento de 60 a 70 por ciento de las prestaciones sociales mensuales a los niños de familias desempleadas.
Finalmente, con el objetivo de ayudar al alicaído sector automotriz, uno de los pilares de la economía alemana, se fomentará la compra de vehículos nuevos y ecológicos mediante un bono único de aproximadamente 3.330 dólares.
Este nuevo paquete para enfrentar las consecuencias de la crisis internacional llevará a Alemania a un incremento histórico de su déficit público y a incumplir la normativa europea que limita el déficit presupuestario a menos de tres por ciento del Producto Interno Bruto.
