El presidente de EE.UU. llamó a los prestamistas a colaborar con los deudores, aunque calificó como "modestas" las turbulencias de la crisis hipotecaria en la economía de su país.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que hubo "excesos" en el negocio inmobiliario y anunció una serie de medidas para ayudar a los deudores que ahora no pueden pagar sus hipotecas.
Bush calificó como "modestas" las turbulencias que la crisis de hipotecas han causado en la economía de Estados Unidos y agregó que el gobierno federal "tiene un papel en la ayuda a las familias, pero no para salvar a los especuladores".
El jefe de la Casa Blanca señaló que hace 15 meses envió al Congreso un proyecto de reforma de la Administración Federal de la Vivienda (FHA, por su sigla en inglés), la institución estatal que asegura hipotecas, y culpó al Legislativo de inacción en esta materia.
Ante ello, Bush instó a los prestamistas a "que cooperen con los deudores para el ajuste de las hipotecas" y propuso algunas medidas del gobierno federal.
Una de ellas, que denominó "FHA Secure", permitiría que la Administración Federal de la Vivienda extienda su respaldo a las hipotecas de aquellos compradores que tienen un buen historial de crédito, a fin de que puedan refinanciar sus préstamos.
Asimismo, el mandatario se refirió a "un alivio temporal de impuestos" y a una "iniciativa para evitar la ejecución judicial".
La "burbuja inmobiliaria" comenzó a inflarse hace unos cuatro años, cuando los bancos y las empresas de hipotecas ofrecieron préstamos con tipo de interés fijo y luego variable a compradores que carecían de crédito sólido.
Hace unos 20 meses la "burbuja" se rompió: los precios de las propiedades cayeron, al igual que las ventas, mientras millones de compradores que ven reajustarse sus cuotas descubren que el valor de mercado de sus casas está por debajo del monto del préstamo. (EFE)
