El grupo farmacéutico Novartis suprimirá en los próximos años 2.000 puestos de trabajo, recortes que afectarán sobretodo a sus instalaciones en Suiza, donde prescindirá de 1.100 empleos, y en Estados Unidos, donde tiene previsto eliminar 700.
Según anunció la compañía en un comunicado, estos recortes de personal forman parte de su estrategia de reducción de gastos y aumento de la productividad y aclaró que la pérdida de 2.000 empleos en Suiza y EEUU se compensará con la creación de 700 puestos en otros países donde los costes sean más bajos.
En Suiza -donde Novartis da trabajo hasta ahora a 12.500 personas repartidas en 13 centros- la sede principal del laboratorio en Basilea será la que más sufra los recortes, donde prescindirán de 760 empleos a tiempo completo en los próximos años.
En Basilea el gigante farmacéutico quiere cerrar la división de actividades químicas y reorganizar las de investigación y desarrollo.
La planta de Novartis en la localidad suiza de Nyon, que se ocupa de la fabricación de productos para la salud sin prescripción médica y que emplea a 320 personas a tiempo completo, cerrará sus puertas y su actividad será transferida progresivamente a otros lugares.
El consejero delegado de Novartis, Joseph Jimenez, defendió que estas medidas "son necesarias para garantizar la adaptación de la empresa" a la actual coyuntura económica.
La empresa hizo el anuncio tras dar a conocer sus resultados financieros del tercer trimestre del año, en el que obtuvo un beneficio neto de 1.816 millones de euros, un 7,3 por ciento más que en el mismo periodo de 2010, y en el que las ventas crecieron un 18 por ciento, hasta 10.834 millones de euros.
En los nueve primeros meses del año, Novartis registró una ganancia neta de 5.865 millones de euros, un 4,3 por ciento más que en el mismo periodo de 2010, mientras que la cifra de negocio entre enero y septiembre mejoró en un 20 por ciento, hasta los 5.865 millones de euros.