De acuerdo a un comunicado emitido este viernes por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), este año el número de personas que padece hambre aumentará en 11 por ciento, hasta alcanzar un total de 1.020 millones.
El organismo atribuye ese aumento a la crisis económica mundial, que ha originado una disminución de los ingresos y un incremento del desempleo, lo que ha producido una reducción en el acceso a los alimentos por parte de los segmentos que viven en condiciones precarias.
Según precisó la FAO, la mayor parte de la población desnutrida del planeta vive en países en vías de desarrollo y de acuerdo a sus datos, actualmente en Asia y el Pacífico se calcula que unos 642 millones de personas sufren hambre crónica, 265 millones en África subsahariana, 53 millones en Latinoamérica y el Caribe, 42 millones en África del norte y Medio Oriente y 15 millones en los países desarrollados.
La entidad indicó además que las personas en situación de pobreza que habitan en zonas urbanas serán las que tendrán más dificultades para hacer frente a la recesión mundial, ya que el descenso de la demanda de exportaciones y la reducción de la inversión extranjera directa causarán un aumento del desempleo en las ciudades
Sin embargo, las áreas rurales también tendrán desafíos, ya que deberán enfrentar el problema que supondrá el regreso de parte de esa población urbana al campo.