La empresa sanitaria Aguas Chañar fue vendida en su totalidad al grupo Marubeni Corp y Toesca Administradora General de Fondos. Así las empresas Icafal, Hidrosán y Vecta Inversiones, pusieron fin a tres meses de negociaciones en un momento en que la empresa encargada de distribuir el agua potable en la región, está cuestionada por el último episodio de agua rosada en la comuna de Tierra Amarilla.
“Ayer se produjo un paso más de lo que ya se ha venido conversando un par de meses, en el proceso de busqueda de utilidades que ha llevado a la compañía a la búsqueda de nuevos inversionistas, pero aun hace falta un par de diligencias para que se concrete la transacción”, puntualizó Pablo Romero gerente de Asuntos Corporativos de la empresa Aguas Chañar.
Para culminar con la transacción, falta el pronunciamiento de la Fiscalía Nacional Económica y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), proceso que podría darse en uno a dos meses más.
La SISS recalcó, en un comunicado de prensa, que independiente del grupo que controle la empresa sanitaria, se mantendrá su actual programa de fiscalización especial.
El paquete de medidas de corto, mediano y largo plazo exigido por la SISS, fue instruido ante los problemas a la calidad de servicio presentados por la concesionaria, entre ellos, cortes de suministro que han afectado a Copiapó, la alteración a la calidad del agua potable en la comuna de Freirina, lo que se suma a la escasez hídrica que enfrenta la región.