La dirección de Air France, sometida hoy a la presión de una huelga que no se tradujo en anulación de vuelos, reafirmó su amenaza de suprimir 2.900 empleos si no llega a un acuerdo antes de fin de año para aumentar la competitividad.
El presidente ejecutivo de la aerolínea francesa, Frédéric Gagey, comunicó a los representantes de los trabajadores que, pase lo que pase, el año próximo la plantilla se reducirá en mil puestos mediante salidas voluntarias, esencialmente prejubilaciones.
En una declaración a los medios en medio de la reunión con el comité de empresa, Gagey también reafirmó la cifra de un recorte global de 2.900 empleos, una parte mediante despidos, si no hay compromiso para reducir costos operativos, en particular con los pilotos, en lo que queda de 2015.
La empresa ya lo anunció el pasado 5 de octubre, cuando provocó una violenta reacción de un grupo de trabajadores contra los dirigentes que acudieron al encuentro con los sindicatos y que salieron con sus camisas totalmente desgarradas, en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
El responsable ejecutivo de la aerolínea se negó a que se califique su propuesta de chantaje y puso el acento en que Air France "está sometida a una fuerte competencia".
Manifestación
Mientras Gagey hablaba delante de las cámaras en un edificio del distrito más burgués de París -adonde se había desplazado la reunión con los sindicatos para que no se repitieran los incidentes-, alrededor de un millar de trabajadores se manifestaban frente a la Asamblea Nacional.
El paro que habían convocado cuatro de los grandes sindicatos de la compañía no tuvo impacto en la actividad, ya que no se tuvo que anular ninguno de los 994 vuelos programados durante el día, según dijo a EFE un portavoz, y sólo se constataron "ligeros retrasos" en unos pocos aviones.
Gagey dijo sobre aquellos actos violentos que la acción de la justicia contra los cinco empleados que fueron detenidos no está en sus manos y que las imágenes de los incidentes le dolieron porque "no era el verdadero rostro de Air France".
"No se puede aceptar la violencia como medio para resolver un problema, sea el que sea", añadió.
En el frente sindical, Miguel Fortea, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Air France, se quejó de que, pese a las explicaciones ofrecidas por la dirección, "seguimos en la niebla más total" porque no se han dado elementos detallados sobre a qué grupos afectarían los recortes.
François Dimino, representante de Fuerza Obrera (FO), denunció las constantes exigencias de la empresa: "Ya basta, ya basta de que nos pidan esfuerzos".
Air France tiene que hacer frente a la competencia de las compañías de bajo costo en sus líneas francesas y europeas, y al reto de las aerolíneas de los países del Golfo Pérsico, que se llevan a una parte de su clientela de alto nivel en vuelos intercontinentales.