El ex gerente de CMPC Tissue, Jorge Morel Bulicic, reconoció en su testimonio frente a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) que siempre supo que "era una ilegalidad juntarse" y agregó que además de acordar precios se definió también bajar la blancura del papel para disminuir el costo.
"El tema para mí era súper desagradable, porque yo desde siempre supe que era una ilegalidad juntarse... Es como una bola de nieve que va creciendo y ya uno no sabe cómo reventarla", declaró el ex gerente.
En su declaración ante la FNE, a la que accedió El Mercurio, Morel justificó la acción explicando que el precio de la celulosa en el mundo era muy variable, entonces como esa materia prima a veces subía fuertemente, en esas reuniones se decidió, por ejemplo, bajar la blancura hacía también bajar el costo del producto.
Además agregó que "bajamos la blancura... era el equivalente a subir el precio".
Los primeros encuentros con PISA
Sobre cómo se generó la colusión, Morel relató que en el año 2000 recibió un llamado del entonces dueño de PISA, Gabriel Ruiz-Tagle, quien lo invitó a almorzar. En dicho encuentro, éste último le señaló que estaba al borde de la quiebra, por lo que le propuso subir los precios.
El ejecutivo de CMPC señaló que la eventual quiebra de PISA no era positiva, puesto que el mercado los sindicaría como los responsables de hacer desaparecer a la competencia, por lo que en ese primer almuerzo sólo indicó que CMPC no quería que PISA quebrara.
En el segundo, en cambio, decidieron volver a la época de la guerra de precios acordando una participación en el mercado de un 76 por ciento para CMPC y un 24 por ciento para PISA. La estrategia sería que los primeros subieran los precios para que los segundos los siguieran.
Posteriormente siguieron otros encuentros con acuerdos aún más finos para estructurar el mecanismo de alza y otros detalles de la colusión.
En su declaración, Morel blindó al directorio de CMPC indicando que a raíz del escándalo de colusión de las farmacias, el gerente general de la época, Arturo Mackenna, le consultó a él y al gerente comercial, Felipe Álamos, si había reuniones con la competencia, hecho que ambos negaron.
El ex gerente además señaló que los años en que se desarrolló la colusión no fueron fáciles, puesto que PISA presionaba constantemente para que se subieran los precios.