Loreto Bresky, directora del Instituto de Propiedad Industrial, aclaró que ambos registros aún no han sido concedidos y el proceso puede durar más de tres meses.
"No pueden coexistir dos marcas tan similares", precisó en Cooperativa, planteando que la mediatización del producto podría favorecer a la profesora Yohana Agurto.
El caso de la marca "Miel Gibson" se mantiene en el centro de la atención y ahora vive un nuevo capítulo en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), que se suma a la polémica -ya superada- que dio la vuelta al mundo entre la profesora Yohana Agurto, creadora del producto, y el actor australiano-estadounidense.
La nueva controversia surgió cuando Agurto fue el pasado martes 18 de agosto a inscribir su marca al Inapi, pero se llevó la sorpresa de que un día antes otra mujer, la empresaria Paula Hait, ya había registrado "Miel de Ulmo Gibson Chile", como marca en la clase 30, para productos apícolas.
Ante la situación, la directora nacional del Inapi, Loreto Bresky, aclaró en Cooperativa que ambos registros "aún no han sido concedidos" y que todavía "son solicitudes en trámite".
"No pueden coexistir dos marcas tan similares, porque los que buscan las marcas es distinguir sus productos y servicios (...) y si hay dos marcas iguales, es importante la prioridad de cuál se presentó primero, pero esa prioridad puede ser cuestionable, porque a lo mejor alguien tomó algo que ya estaba en el mercado y la otra persona podría presentar una oposición", expuso en Una Nueva Mañana.
Agregó que "si la marca es inductiva a error o confusión respecto del titular original de la marca, (la inscripción) puede ser rechazada", y que la mediatización también "podría ser un argumento válido"; en este caso, probablemente en favor de Agurto, debido a la controversia de su producto con Mel Gibson.
El hecho de que el producto sea conocido a través de los medios "es una causal de registrabilidad e incluso de oficio se puede hacer la observación, aunque no haya oposición", precisó la abogada.
Detalló que "los trámites sin oposición ni observaciones tardan aproximadamente tres meses y medio; estamos -destacó- en un estándar equivalente e incluso más bajos (de tiempo) que la Unión Europea, y por lejos son los tiempos más cortos en Latinoamérica".
Una vez que se haya publicado en el Diario Oficial el extracto de la inscripción aceptada de una marca, terceras personas que crean verse afectadas tienen 30 días hábiles para presentar una oposición.
