La Cámara Nacional de Comercio (CNC) realizó un estudio para conocer las principales características de quienes comercian productos de manera informal en el barrio Meiggs, en el centro de Santiago, y, además, comparar esta información con las cifras del último estudio en la materia, desarrollado el año 2015.
El objetivo principal de este trabajo piloto fue caracterizar al vendedor informal de ese sector de la Región Metropolitana para conocer sus principales características sociodemográficas, edad, nacionalidad, nivel educacional e ingresos, entre otras materias.
A partir de este piloto se creó una alianza entre la Gobernación de la Región Metropolitana, la CNC y el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, para replicar este estudio en 20 puntos de la capital, donde no solo se caracterizará al ambulante ilegal, sino que también a los compradores y así desarrollar una metodología que facilite el diseño, la formulación y el monitoreo de indicadores claves de una política pública para abordar la problemática con énfasis en la regularización y reconversión laboral.
Al respecto, el presidente de la CNC, Ricardo Mewes, dijo que "producto del estallido social y de la pandemia, las mujeres fueron las que más perjudicadas se vieron en función de la pérdida de fuentes laborales. Y ahí hay, de alguna manera, una explicación de que hay un porcentaje importante de comerciantes ambulantes que son mujeres".
"En ese sentido, lo que nosotros estamos trabajando en conjunto con la delegada, con el gobernador de la Región Metropolitana y con algunos municipios, es la forma en que ellos se pueden formalizar", agregó el líder gremial.
PRINCIPALES RESULTADOS
El estudio se desarrolló a partir de dos instrumentos, el primero, un cuestionario con 34 preguntas que se levantó entre los días 4 y 9 de abril, a 80 vendedores/as ambulantes informales de la zona comprendida entre el Eje Alameda-Exposición-Sazié-San Alfonso (Barrio Meiggs).
El segundo instrumento corresponde a una pauta de observación, con la cual se levantaron 240 observaciones en el mismo sector antes señalado.
– Género: en lo que respecta a la caracterización de los encuestados, se observa un mayor porcentaje de mujeres, siendo un 66,25% versus un 33,75% de hombres.
– Nacionalidad: hay un mayor porcentaje de entrevistados chilenos que extranjeros, salvo para el tramo etario de 18 a 29 años, donde hay más extranjeros que chilenos. En relación con los extranjeros, las dos principales nacionalidades son colombiana y venezolana.
– Educación: la mayor proporción de entrevistados corresponde a personas con enseñanza media o secundaria completa llegando dicho porcentaje a un 38,75%. Observándose además diferencias relevantes entre hombres y mujeres, donde los primeros señalan tener educación media o secundaria completa en un 51,9% de los casos, en tanto que este porcentaje llega solo a un 31,1% en el caso de las mujeres.
– Ingresos: el ingreso promedio diario del 42,5% de los encuestados es de entre 30.001 a 50.000 pesos y considerando que cerca del 74% de los entrevistados señala trabajar de lunes a sábado, el ingreso mensual estaría aproximadamente entre 720.024 y 1.200.000.
– Hogar: más de la mitad de los encuestados corresponde a jefes de hogar, resaltando que, en el caso de las mujeres entrevistadas, un 58,5% señala ser jefa de hogar. En lo que respecta a tramos etarios, solo en encuestados de entre 18 y 29 años es mayor el porcentaje que declara no ser jefe de hogar, siendo este un 85,7%.
– Comunas de residencia: el 16,3% de las personas entrevistadas reside en la comuna de Santiago, un 20% viene de Estación Central, un 12,5% de Quinta Normal y un 11,3% de Maipú.
– Tiempo: respecto a la actividad desarrollada, un mayor porcentaje tanto de hombres como de mujeres señala trabajar como vendedor ambulante hace 5 años o menos. Sin embargo, se distingue que, en el caso de las mujeres, llevarían menos tiempo en la actividad, al igual que en el caso de los jóvenes.
– Familia: cerca de un 60% de los entrevistados señala que otra persona del hogar trabaja como vendedor ambulante y el mayor porcentaje de encuestados, tanto hombres como mujeres, desarrolla la actividad de lunes a sábado.
– Productos: principalmente se comercializan productos estacionales y otros (mascarillas, huevos de chocolate y bebidas) con un 39,6%, luego ropa o productos textiles con un 24,6% y comida preparada con un 13,8%.
– Subsidios: un 50% de los encuestados señala haber recibido ayuda de alguna organización o persona fuera del hogar durante el 2021. Respecto a las ayudas entregadas en pandemia, un 61,25% señala haber recibido desde el inicio de la pandemia el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), un 1,25% el Bono Protege y un 37,5% señala no haber recibido ninguno de estos beneficios. En el caso de chilenos, solo un 18% reporta no haber recibido ayuda, en tanto que en el caso de extranjeros este porcentaje llega a un 70%.
– Formalización: en el caso de las mujeres se observa que un 61,2% estaría interesada en formalizar, en tanto que en el caso de los hombres solo un 38,5%. La mayoría señala no haber recibido alguna oferta para formalizar la actividad (90%) y cerca de un 92% señala no tener conocimiento sobre los pasos a seguir para formalizar el trabajo. Con relación al sueldo líquido por el cual se estaría dispuesto a aceptar un empleo o actividad estable como trabajador dependiente, un 32,5% señala no estar dispuesto a dejar la actividad como vendedor ambulante. Un 21,3% estaría dispuesto a hacerlo por un sueldo de entre 350.001 y 500.000 pesos, un 23,8% estaría dispuesto a dejar la calle por un sueldo en el rango 700.001- 850.000, y un 20% por más de 850.000. Esto pareciera ser consistente con lo obtenido en relación con el ingreso diario que obtendrían por la actividad informal que realizan.
– Seguridad: un 22,5% de los entrevistados señala haber sido víctima de algún delito en los últimos meses en el sector y un 55% señala que el sector es muy peligroso. En el caso de las mujeres, este porcentaje llega a un 62,3%. En relación a 2015, aumenta el porcentaje de víctimas de delito y cambia mucho también la percepción de seguridad del barrio, aumentando significativamente la inseguridad.