El ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre (PPD) aseguró en Cooperativa que el impuesto a los súper ricos, que se tramita en el Congreso, no produce grandes distorsiones si se aplica una sola vez, pero que aún así genera diversos problemas por las dificultades para fiscalizar a las grandes fortunas.
En El Primer Café, el economista sostuvo que el impuesto a los súper ricos "por una vez no produce grandes distorsiones, no obstante, aunque de alguna forma es un mínimo de justicia frente a la gente que ha tenido que sacar su fondo de jubilación que los más ricos aporten en este momento".
"El problema es que las grandes fortunas no tienen anotado su patrimonio a título personal, lo tienen diluido en múltiples corporaciones, entonces seguramente le van a pescar la cola apenas, ni siquiera el cuerpo ni la cabeza, en términos de su patrimonio de verdad, entonces tiene problemas este impuesto, pero si no hay otra cosa y habida cuenta de la tremenda injusticia de que la gente haya tenido que echar mano a sus fondos previsionales, yo creo que amerita darle consideración", precisó.
Aumentar impuestos de primera categoría
El ex ministro también abordó el aumento del impuesto de primera categoría, desde el 27 por ciento actual a un 30 por ciento, como proponen parlamentarios de la Democracia Cristiana, donde explicó que "el impuesto de primera categoría o el impuesto a las corporaciones, que hoy día está en 27 por ciento, es un impuesto que pagan las empresas y después descuentan parcialmente sus socios cuando llega el momento de pagar sus impuestos personales, es como quien dice una primera caja, pero después te devuelven parcialmente lo que habías pagado".
"Efectivamente tiene la virtud de ser de fácil recaudación, porque se sabe cuales son las ganancias de las empresas y cuanto es el 27 o el 30 por ciento. Ahora, el problema que esto tiene, esto desde luego no puede ser permanente, es que cuando tu le subes los impuestos a las corporaciones, habida cuenta que muchas tienen múltiples domicilios, son empresas transnacionales y esto es una cosa muy discutida en Estados Unidos con motivos del alza del impuesto corporativo que ha hecho Joe Biden, que ahora son permanentes, las empresas son hábiles y te comienzan a sacar las utilidades en otras plazas, que son empresas multinacionales", puntualizó.
Eyzaguirre aseveró que "entonces puede también que por cobrar más se te eludan más. Un aumento permanente al 30 por ciento habría que considerarlo, ahora hay una propuesta de Biden muy interesante, que tiene mucho apoyo ya, en que van a poner una legislación internacional en que no se puede ser de menos que el 21 por ciento, porque la derecha siempre argumenta que los impuestos corporativos han bajado, y claro, han bajado en países que simulan ser paraísos tributarios, como Irlanda, donde ponen tasas muy bajas".
"No es que se instale la inversión allá, las empresas multinacionales sacan las utilidades de esos países, entonces es una forma súper poco solidaria, porque no ganan nada en inversión y lo que hacen es que el impuesto en vez de pagarse en Estados Unidos se paga en Irlanda (...) por eso es problemática subir mucho las tasas corporativas, si es que no hay una cierta legislación internacional", manifestó.
"A nada hay que hacerle asco en un momento como este y si es transitorio es bien distinto a si es permanente", finalizó.
Poco acuerdo en expertos
Desde la Fundación Fiel, ligada al Partido Comunista, Fernando Carmona recalcó que "cuando uno va a ver las críticas de los economistas de derecha y algunos de centroizquierda al proyecto de ley, todas esas críticas tienen validez solamente si es que fuera un impuesto permanente y lo concreto es que es un impuesto transitorio y por lo tanto muchos de los efectos negativos en la economía que ellos auguran no tienen forma de producirse".
Por su parte, el abogado tributarista de Tax & Legal, Claudio Bustos, sostuvo que "el impuesto a los súper ricos es simplemente una idea que ha fracasado en la gran mayoría de los países donde se ha implementado, precisamente porque no recauda, porque es muy difícil de implementar y es tremendamente complejo de fiscalizar, por lo tanto es una idea que yo creo que no vale siquiera la pena analizar o discutir en Chile, además que es regresivo".
En el Congreso, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) dijo que "hace un año comenzamos este proceso y discutíamos bonos de 50 mil pesos para las familias chilenas. Acabamos de aprobar, hace casi dos semanas, otro bono de medio millón de pesos. ¿Qué significa esto? Que vamos a tener que invertir más recursos en apoyar a las familias, para que las cuarentenas tengan efecto, pidiéndole a la gente que se quede en sus casas y al mismo tiempo impulsar la reactivación económica y para eso se requieren más recursos, el Gobierno tiene que hacer una reforma tributaria ahora".