Tras la presentación de la reforma tributaria que impulsará el Gobierno, no se hicieron esperar las primeras reacciones desde el Congreso, donde el oficialismo llamó a sus pares de la oposición a no caer en "pequeñeces políticas" que impidan los acuerdos.
La anticipada propuesta aboga por aumentar la recaudación fiscal en 4,1 por ciento del Producto Interno Bruto al año 2026, y se enmarca en cuatro ejes: una restructuración del impuesto a la renta para estimular la inversión de las empresas, al igual que otras acciones para impulsar la productividad; crear un sistema moderno semi-dual, e implementar medidas orientadas a reducir las exenciones tributarias, eliminando resquicios que faciliten la elusión.
También impartiría un nuevo royalty minero, para elevar la renta captada por todos los chilenos producto de la explotación de recursos no renovables, así como impuestos correctivos ligados a la preservación del medioambiente y a reducir emisiones, entre otros objetivos.
Desde la Cámara Baja, a través de la cual ingresará una parte de los proyectos de la reforma, el diputado Jorge Brito (RD), integrante de la Comisión de Hacienda, aseguró que "las regiones van a ser las principales beneficiadas de esta reforma, y para eso esperamos no encontrar pequeñeces políticas y poner por delante el futuro de nuestro país".
"Es una reforma que apunta a justicia y futuro, y en ese sentido ahora se inicia el debate, y estamos preparados para darlo con el mayor respeto posible, pero también con la firmeza que se requiere para que Chile dé pasos decisivos hacia mayor justicia tributaria", valoró.
El diputado socialista Jaime Naranjo, presidente de esa instancia parlamentaria, planteó que "hay algunos que creen que con el puro crecimiento es suficiente para terminar con las desigualdades; es importante, pero también es necesario generar nuevos recursos para poder resolver los problemas de injusticia social del país".
PRESIDENTE DE LA CÁMARA EMPLAZA AL GRAN EMPRESARIADO
"Creo que esta reforma va a en la dirección correcta, es una de las más importantes de los últimos años, y espero que todos estemos a la altura para construir una mayoría y un consenso transversal para un nuevo pacto tributario que le dé viabilidad legislativa política y social a este cambio tan sustantivo", comentó a su turno el presidente de la Cámara Baja, Raúl Soto (PPD).
"Y que los grandes empresarios no se opongan, muy por el contrario, le hago un llamado al gran empresariado, que ha sido parte del problema de por qué llegamos a una crisis social, que de una vez por todas se meta la mano al bolsillo, contribuya más a Chile y entienda que tiene que hacer un aporte para acortar la brecha de desigualdad", emplazó.
También opinó Juan Sutil, líder de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), quien consideró que el hecho de que "el impuesto a las empresas se mantiene en 27% y baja a 25% en la medida que se invierta en productividad, desarrollo, capacitación, y eso me parece bien, porque en Chile lo que pagamos las empresas está muy por encima de los promedios de la OCDE".
"Sin embargo, si hay que hacer el esfuerzo, por supuesto hay que hacerlo", subrayó.
EX SUBSECRETARIO DE HACIENDA PONE EN DUDA RECAUDACIÓN "SIN MEDIDAS PRO INVERSIÓN Y PRO CRECIMIENTO"
Alejandro Weber, ex subsecretario de Hacienda y decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, apuntó que "la pregunta es si este es el mejor momento para avanzar en una reforma tributaria".
"Con el precio del dólar disparado, con un crecimiento a la baja y con una inflación alta, hoy día hay demasiada incertidumbre que afecta no a los grandes inversionistas; afecta a la clase media y a los sectores más vulnerables", dijo el académico.
"Una proyección de recaudación en torno a los cuatro puntos del PIB es probable que no se logre si no somos capaces de generar medidas pro inversión y pro crecimiento. Menos crecimiento y menos de inversión significa menos empleo y significa menos recaudación para el Estado para poder implementar buenas políticas públicas", alertó.
LA OPOSICIÓN, NO MUY CONVENCIDA
Parlamentarios de oposición estuvieron invitados a la actividad en La Moneda, donde fue presentada la reforma, pero no asistieron. No obstante, ayer el ministro de Hacienda, Mario Marcel, les había adelantado los ejes de la propuesta.
Con los antecedentes que han conocido, sin embargo, en la derecha no se manifiestan del todo convencidos con las iniciativas.
El diputado Frank Sauerbaum (RN), integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara, reprochó que "con esta reforma el Gobierno no se hace cargo de la situación económica en la que nos encontramos, pareciera que no pasa nada, pero tenemos una recesión ad-portas, tenemos altos niveles de inflación, una devaluación muy importante de la moneda nacional, por tanto, hay que agregar elementos que tengan que ver con la reactivación económica, con la generación de nuevas inversiones y de nuevos puestos de trabajo".
"Vamos a cuidar muy decisivamente a la pequeña empresa y a la clase media", se comprometió, aunque igualmente resaltó que "vamos a aprobar donde haya acuerdos, seguramente en materias de exenciones, evasiones y elusión tributaria".
"Esto va a entrar en régimen en 2023 para pagar en 2024 esta mayor cantidad de impuesto, pero el 2023 va a haber una recesión. ¿Dónde está el incentivo al desarrollo económico, al mayor creación de empleo?", criticó el diputado Miguel Mellado (RN).
Desde la UDI, el diputado Guillermo Ramírez sostuvo que dijo que la presentación del Gobierno le dejó un sabor agridulce, "dulce porque el gobierno ha demostrado capacidad de diálogo, que quiere llegar a acuerdos, pero agrio porque es una reforma que va a afectar gravemente a la inversión. Todos los organismos nacionales e internacionales dicen que los dos siguientes años van a ser muy malos para la inversión en Chile, eso lesiona la capacidad de crear trabajo y no permite que los sueldos suban".
En ese sentido, el diputado gremialista planteó que "el instrumento de subir la tasa de impuesto a las personas es malo, deberíamos apuntar hacia mayor formalización, Chile es el segundo país de la OCD con menos trabajos formales".
El diputado republicano Agustín Romero, en tanto, cuestionó el enfoque del Gobierno, el cual para él perjudica a la inversión. "Se desprecia a quienes inviertan, por ejemplo, en propiedades, lo que posiblemente afectará a la construcción, industria que da mucho trabajo, y así en otras áreas. Estoy a favor del combate frontal a la evasión y elusión, y la creación de impuestos injustos e ineficaces, como el impuesto al patrimonio, en nada contribuye a bajar la elusión, que hoy ya es alta".
