Cientos de manifestaciones, marchas y actos de los trabajadores se celebraron en todo el mundo por la conmemoración del 1 de mayo.
Las luchas contra la precariedad laboral y la mantención del sistema social en Europa marcan la conmemoración de este lunes 1 de mayo, el Día Internacional del Trabajo, en diferentes lugares del mundo.
En Francia, los sindicatos llamaron a combatir la precariedad laboral y se mostraron dispuestos a hacer frente al Gobierno conservador y a algunas medidas legales ya en vigor que, en su opinión, son negativas para los trabajadores.
El 1 de mayo se celebra en el país con la tradicional dispersión de los sindicatos, que han convocado a lo largo del día más de un centenar de marchas en todo el país.
La división sindical hace que las manifestaciones convoquen, en el mejor de los casos, a pocos miles de personas y este año el hecho de que caiga en lunes hacía temer a los dirigentes que no se alcanzarían los 100.000 manifestantes que en conjunto participaron en las concentraciones de 2005.
En Alemania, en tanto, los trabajadores hicieron un llamado a movilizarse contra lo que consideran el "desmantelamiento pieza a pieza" de las estructuras sociales por parte del Gobierno de gran coalición de Angela Merkel.
"No nos quedaremos mirando sin presentar resistencia mientras se desmantela pieza a pieza el sistema social", dijo el presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Michael Sommer, en el acto central de la organización Wolfsburg (oeste de Alemania).
Sommer centró sus ataques en los planes de reforma de la sanidad pública, que supondrán nuevos recortes de prestaciones, así como en la liberalización de las leyes de protección contra el despido.
En España decenas de miles de personas salieron a las calles para conmemorar el Día del Trabajo en un ambiente festivo y marcado por el clima de esperanza que ha generado la decisión de la banda separatista vasca ETA de cesar en sus acciones terroristas.
Bajo el lema "Por la paz. Empleo estable en igualdad", la jornada constituyó un llamado a favor del final de la violencia y un homenaje a las más de 850 personas asesinadas por la banda armada desde 1968 en su búsqueda de un Estado vasco independiente.
En Italia se vivieron momentos de tensión por la presencia en la
manifestación de Milán de la ministra saliente de Educación Letizia Moratti, quien fue abucheada e insultada, lo que le obligó a abandonar el acto.
Moratti, que fue invitada por los sindicatos, abandera una polémica reforma del sistema educativo que, según sus detractores, "ha humillado" a los trabajadores y extiende "la precariedad" entre los investigadores.
Turín también acogió otra de las multitudinarias manifestaciones en Italia con la presencia de 100.000 personas, y que contó con la participación del ministro saliente de Cultura, el democratacristiano
Rocco Buttiglione, quien también fue objeto de algunos abucheos,
mientras que Roma celebró esta festividad con un macroconcierto.
En Viena, unos 120.000 austriacos participaron de la tradicional marcha por el Día del Trabajo, convocada por el Partido Socialdemócrata (SPOe) y la Federación de Sindicatos Austríaca (OeGB).
En otro país europeo, Suiza, las organizaciones sindicales y la izquierda pidieron que aumenten las remuneraciones de los trabajadores y que el nivel salarial de las mujeres sea equiparado al de los hombres.
En un país que tiene escasa tradición de conmemorar esta fecha y donde sólo los empleados del sector público gozan de festivo, los sindicatos convocaron algunas manifestaciones en diferentes ciudades.
Por su parte, en Londres, los manifestantes se concentraron en la céntrica Trafalgar Square, donde, a diferencia de los últimos años
cuando hubo actos vandálicos y enfrentamientos entre los grupos anticapitalistas y la policía, no se produjo ningún incidente.
Disturbios en Turquía y Filipinas
Varias manifestaciones que se celebraron esta jornada en diversas provincias de Turquía con motivo del Día del Trabajo acabaron en enfrentamientos entre los participantes y la policía.
Según el canal de televisión turco NTV, en los disturbios algunas personas fueron detenidas y numerosas resultaron heridas.
La mayor manifestación fue convocada en la plaza de Kadikoy en Estambul, por sindicatos y partidos políticos. Durante la concentración, activistas de izquierdas se enfrentaron a miembros del Partido de la Sociedad Democrática del kurdistán (PSD).
En Filipinas, la policía bloqueó el paso de cientos de manifestantes que pretendían acercarse al perímetro del Palacio Presidencial de Malacañang para exigir la dimisión de la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, la principal demanda de los grupos que salieron a la calle el Día del Trabajo en Filipinas.
Los manifestantes fueron interceptados antes de alcanzar el Puente Mendiola, que conecta Manila con el Palacio, sin que de momento se hayan registrado incidentes, informaron las radios locales.
En contraste con estos acontecimientos, en China, en este 1 de
mayo, el Gobierno destacó la importancia de la seguridad para evitar
accidentes durante el tradicional periodo vacacional de siete días
iniciado esta jornada y que supone el único permiso oficial junto a la semana de celebración del año nuevo.
Finalmente, el Congreso de Indonesia rechazó que esta fecha sea festividad nacional al considerar que tiene su origen en las ideas de Karl Marx. (EFE)
