Manifestantes acusan intimidación y prácticas antisindicales por parte de la empresa.
El sindicato presentará una serie de demandas en tribunales.
Unos 7.000 contratistas de la Minera Escondida se sumarán este miércoles a la huelga que cerca de 2.300 trabajadores de la empresa iniciaron el pasado viernes en demanda de mejoras salariales, informó el dirigente sindical Marcelo Tapia.
Además, los abogados de los manifestantes presentarán el miércoles una "batería" de demandas en los tribunales, tres de ellas "por prácticas antisindicalistas que está llevando a cabo la empresa".
Según Tapia, los supervisores se acercan a intimidar a los trabajadores para que depongan la paralización y les niegan el acceso a algunas áreas del yacimiento.
"Se han metido en nuestras casas, han llamado a nuestras esposas amenazándolas con que despedirán a sus maridos si no abandonan la paralización", denunció a la agencia EFE.
El dirigente sindical agregó que se invitó a la empresa a una mediación, pero ésta dijo que por el momento no estaba disponible para el diálogo "y nadie se presentó de la empresa".
"Nosotros hemos dado muestras claras de que queremos llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes, pero quedó de manifiesto la mala voluntad de Minera Escondida de conversar con sus trabajadores", sentenció.
Tapia también criticó que la empresa no resolvió algunos problemas que, según el convenio colectivo firmado en 2006, se tenían que haber solucionado antes del 5 de mayo de 2010.
